Capitulo 3

866 60 0
                                    

Al fin ______ llegó a su casa, Gianluca sólo la había retrasado y no podía perder más tiempo, su papá la necesitaba, afortunadamente la pequeña pastelería quedaba a un lado de la casa y pronto estaría con él.
Hija, ¿Por qué te retrasaste tanto? – Le preguntó su mamá algo preocupada –
¡Todo es culpa de Gianluca mamá! – Contestó _______ dejando sus cosas a un lado del sofá y preparándos...e para ir a trabajar –
¿Gianluca? ¡Gianluca Ginoble! – Exclamó su mamá muy admirada –
¡Ya me voy mamá! – Dijo _______ sin darle mayor importancia a lo que su mamá acababa de decir, suficiente tenía con soportar sus ocurrencias, esperaba en serio que le hiciera caso y la dejara en paz –
¡Hola papá! – Decía _______ besando a su papá que estaba terminando un pedido muy importante –
Hija querida, hoy puedes descansar, yo me encargo del pedido, sólo es uno y es cerca y…
¡No papá!, de ninguna manera, tú eres el que debe descansar, yo me encargo – Replicó _______ tomando el pedido y despidiéndose de su papá rápido para que no siguiera insistiendo –
Así _______ se apresuró a llegar a la casa que había pedido un delicioso pastel de chocolate, al llegar quedó muy asombrada, no era una casa ¡era una mansión!
Wow!! – Exclamó ________ mirando hasta el cielo, esa mansión era todo un palacio de lujo, no podía creer la belleza de toda esa infraestructura –
¡Bienvenida señorita ________! – Dijo un mayordomo muy elegante abriendo la puerta mucho antes de que ______ tocara el timbre –
¿Eh? ¿Cómo sabe mi nombre? – Preguntó _______ muy extrañada volviendo la vista rápidamente a la persona que la llamaba por su nombre –
¡El señor de la mansión nos lo dijo! Él la está esperando – Fue la respuesta que el mayordomo le dio –
¿Disculpe? ¡No entiendo! Yo sólo vengo a dejar un pedido, ¡Aquí tiene y adiós! – Se despidió _______ algo asustada, ¡Qué cosas tan raras le estaban pasando ese día! –
¡Señorita sea tan amable de pasar! – Le casi ordenó otro mayordomo que estaba detrás de ella y al darse la vuelta no dejó que se fuera –
¡No es por nada pero oficialmente ya me asustaron! ¿Acaso quieren que pruebe con ustedes mi nuevo gas pimienta? – Amenazaba _______ algo desesperada pero se veía muy divertida –
¡Por favor venga con nosotros! – Dijeron los dos mayordomos riéndose un poco por las amenazas infantiles de ________ y tomándola de ambos brazos la cargaron y la llevaron a un salón realmente bellísimo, cerrando la puerta con llave –
¿Qué les pasa? ¡No cierren la puerta! ¡Moriré hoy! – Lloraba ________ muy asustada, su corazón latía rápido y ya sentía que el señor de esa mansión sería un anciano peligroso, pasaron unos minutos y la puerta al fin se abrió –
¡Hola hermosa ________! ¿Cómo…? ¿________ dónde estás? – Decía Gianluca totalmente confundido, se suponía que _______ se encontraba encerrada para que no escapara ¿Dónde estaba? En eso estaba cuando de repente escuchó un ruidito por la ventana y a su jardinero gritar –
¡Señorita! ¡Cuidado se caerá! – Gritaba desde afuera el jardinero muy asustado, al oír eso Gianluca se asoma a la ventana y sus ojos no podían creer lo que estaba viendo –
¡_________! ¿Qué haces? – Le gritó Gianluca sumamente alterado cuando vio a ________ bajando por una enredadera con dificultad, ¡Esa chica estaba loca! –
¿Gianluca, tú eres el señor de esta casa? – Le preguntaba ________ algo extrañada pero aliviada al mismo tiempo –
¡Sí soy yo! Bueno mi padre pero también yo en fin ¿Qué haces escapando por la ventana? ¡Te vas a lastimar niña tonta! – le gritaba Gianluca tratando de llegar a ella pero no tenía más remedio que bajar hasta el jardín y rogar porque _______ no cayera antes de que él llegara –
¡No me iba a quedar en una habitación en la cual me encierran! – Decía ________ soltándose de vez en cuando y sosteniéndose con dificultad –
¡No te muevas, ya bajo por ti! ¡No te vayas a soltar! – Dijo Gianluca corriendo hacia el jardín tan rápido como podía, le asustaba en sobre manera que ________ se lastimara –
¡No me digas! ¿Por qué pensaría remotamente en soltarme genio? – Dijo __________ asustada pero sin perder su sentido del humor e ironía –
¡Esta chica no es normal! ¿A quién se le ocurre salir por una ventana a 4 pisos de altura? – Decía para sí mismo Gianluca bajando por las escaleras, definitivamente estaba en un nuevo nivel a lo que se refiere a las chicas –
¡No puede ser ya me dio vértigo! Tranquila, respira hondo, sólo no veas hacia abajo ya casi llegas… ¡Ahhhh! A quién engaño estoy en problemas – Gritaba _______ casi llorando, era muy alto, si se caía seguro no viviría para contarlo –
¡_________ déjate caer! – Escuchó la voz de Gianluca que le decía desde abajo –
¡Estás loco! No me voy a soltar – Discutía ________ sin abrir sus ojos –
¡No es tan loco como la idea de salir por una ventana! ¡Suéltate yo te voy a esperar aquí y no te caerás! – Insistía Gianluca firmemente –
¡No! – Dijo _______ sin moverse un centímetro –
¡________ te prometo que no te dejaré caer! – Las palabras de Gianluca sonaban tan seguras de sí mismas y tan verdaderas que _________ obedeció y se dejó caer a pesar de todo –
¡Te tengo! – Exclamó Gianluca cayendo de espaldas con ella en los brazos, la tomó con fuerza y pudo percibir el olor de su perfume, de su pelo, pudo sentir su piel y por primera vez sintió un escalofrío, una electricidad por todo su cuerpo que nunca antes había sentido, ni siquiera con Anna –
¿No morí? – Preguntó _______ muy suave, demasiado suave aún con los ojos cerrados, pregunta que Gianluca fue capaz de escuchar porque el rostro de ________ estaba rozando el suyo –
¡No! No moriste, estás en mis brazos – Contestó Gianluca respirando profundo, el aroma de _______ era tan pero tan agradable, su calor, su piel, todo perfecto hasta que… -
¡Ya suéltame! ¿Qué te pasa? ¿Por qué no me dejas en paz? ¡Llamar a mi padre y pedirle un pastel a domicilio! Me imagino que sabías que yo me encargo de los pedidos a domicilio… ¡mejor ni me digas! – Le reclamaba _______ levantándose y Gianluca tuvo que soltarla sino corría el riesgo de ser víctima del gas pimienta de nuevo –
¡Bueno sí lo sabía! Pero sólo quería invitarte a tomar el té y…
¡A tomar el té! ¡Conmigo! Escucha no sé qué pretendes pero conmigo no vas a jugar, conozco muy bien tu historial y no es nada alentador, así que por última vez te pido, no, es más, ¡Te ordeno que me dejes en paz! ¡No me gusta tu actitud, no me gusta tu crueldad, no me gusta tu arrogancia, no me gusta tu falta de respeto para con los demás! ¡No me gustas tú! Así que no me molestes más – Dijo _______ casi regañando a Gianluca que se había quedado sorprendido por la forma en que le echó en cara todo eso, no sabía por qué pero le dolieron sus palabras, porque él estaba consciente que en realidad no era así, Gianluca Ginoble no era como ________ decía, pero lastimosamente esa era la reputación que él mismo se había formado y por primera vez le hacían ver la verdad –

3 segundos para enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora