• Cuatro •

1K 68 1
                                    

× 𝔻𝕚𝕖𝕘𝕠 ; ×


Simplemente no podía creerlo, había pedido tanto por volver a probar sus labios y al fin lo logre toda la noche de ayer.

Creo que me veo como un intenso, rogon. Pero no me importa, la amo y no quiero que esto llegue a su fin así sin más. Se que yo falle, que me comporte como un inmaduro, pero ya no más.

Iba casualmente conduciendo hacia mi casa, en la radio comenzaron a poner canciones al azar y una dio perfectamente con mi situación.

" Regálame " De Mario Bautista, no la había escuchado antes, pero vaya que llegó a mi en el momento correcto.

Inmediatamente se la envié, sabía que debía ser así por que a mi mente solo llegaba la imagen de ella sonriendo.

Esta mañana me dejó claro que lo pensaría, al menos no fue un no rotundo. Me había dado esperanzas claro que si, pero eso tampoco dejaba en seguro que podía perdónarme.

Llegue a casa, baje del auto y después entre a la casa. Ahí estaba mi mamá en la Sala, quien al verme corrió a mi y me abrazo.

— Diego, ¿ donde te metiste toda la noche?, me preocupe al no recibir llamada alguna — escuche su voz Preocupada.

— mami perdón, de verdad lo siento, olvide decirte por completo que como ingeri alcohol no quería conducir de regreso — la mire con pena.

— entiendo tu punto, pero fuiste un desconsiderado al no avisar — suspiro. — aunque esa sonrisa traviesa tuya la conozco muy bien, es la misma que hacías cuando tratabas de ocultar alguna travesura que hacían Mauro y tu— solté una risa.

Era verdad, de pequeños mi hermano y yo hacíamos muchas travesuras y yo nunca pude ocultar mi risa traviesa.

— No lo se, simplemente esta ahí — respondió yendo hacia la cocina por un vaso de agua.

Mi mamá vino detrás de mi, yo me servi mi vaso de agua y comencé a beber.

— Te conozco Diego, algo me dice que estuviste con una muchachita y no tomado — casi escupo mi vaso de agua, vaya que mi madre me conoce 

— Mamá eso es algo de lo que no quiero hablar — ella abrió los ojos y se echó a reír.

— osea que di en el clavo, ay Diego, solo tenías que decir eso y ya — dijo divertida. —

— bueno me da pena — ella río más

— Diego pero si ya eres una adulto, aunque que te pongas nervioso quiere decir que la niña realmente te gusta.

Mi madre me miro con dulzura y esperanza, yo sonreí como tonto.

— la verdad es que si, me gusta a más no poder — suspire — aunque bueno, ella no quiere nada conmigo.

— ¿ como dices?, ¿ por que no? — la mire con pena

— es que la niña con la que pase la noche... Es Jade, la novia que les conté

La escuche soltar un suspiro y parpadear un par de veces, parecía estar procesando que su niño ya no esta tan niño.

— Bueno es que esta generación de ahora, ahora resulta que se aman y se odian al mismo tiempo — dijo ella de brazos cruzados

— parece que si, pero lo nuestro se dio tan inusual que parece normal que un día nos amemos y otro nos odiemos — comente dándome cuenta de que nosotros no somos normales.

Error Perfecto • Diego Lainez || Where stories live. Discover now