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La madre del pequeño niño cocinaba de manera deprimida, como lo hacía diariamente, Minho se encargaba de luego limpiar lo que ella dejaba porque si no su padre iba a castigarla, y no le gustaba cuando lo hacía.

Estaba sentado en la mesa del comedor dibujando una tarea que debía hacer para una de sus clases, debía dibujar a su familia junto a el, la profesora de matemática se lo pidió, pero no entendía que tenía que ver la familia con sumar y restar.

Se escuchó la puerta abrirse y en cuestión de segundos el cuerpo de la más grande se tensó de golpe. Una figura alta y para nada cuidada entró a la cocina.

—Mujer, mi comida —el padre del chico había llegado antes de tiempo a la casa, su olor a alcohol invadió la cocina.

—Aún no está lista, cariño —dijo algo temerosa la madre del chico. El mayor se llevó la botella entre sus labios  y luego la dejó de un golpe fuerte sobre la mesa haciendo que esta se parta por la mitad en una gran cantidad de pedazos.

Minho supo instantáneamente que era momento de correr, pues mamá recibiría un castigo, y no sería agradable quedarse a verlo.

El pasado oculto (MPA #0) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora