Capítulo 10.

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«Narrador Omnisciente»

—La viste—pregunta el hombre que está de espaldas al soldado.

—Si señor, hoy la hice tropezar conmigo— contesta el soldado.

—Ya la vio, ¿ahora que?—le pregunta el rubio a su lado.

—Ahora viene la mejor parte mi querido hermanito— dice palmeando su hombro para luego darse la vuelta para mirar al soldado que tiene la mirada perdida en dirección al suelo.

—Te diré esto una vez y quiero que salga perfecto o ya sabes—lo amenaza, el soldado solo asiente para luego escuchar el plan de su ahora señor.

Él no tiene ninguna pizca de remordimiento mientras dice sus palabras, palabras precisas que cambiará el destino de la pelirroja ¿o tal vez no?.

"Me encantará escuchar tus gritos, cuando las lágrimas recorran tus mejillas, cuando estés gritando por ayuda mientras que nadie te oirá, cuando pase mi cuchillo por tu cuerpo mientras tú te retuerces debajo de mi cuerpo, ay preciosa cuando estés en mis manos no tendrás escapatoria"

Piensa mientras observa como el soldado ingenuo se aleja.

—Ha llegado el momento donde tus demonios saldrán a la luz y hermano, nadie podrá detenerte ni el imbécil de Josep— dice el rubio y el otro solo asiente.

—Por esa razón somos los villanos de esta historia mi querido Santiago, las personas conocerán lo que es el infierno, no tendrán escapatoria, lo más gracioso es que esas mismas personas vendrán a mí de rodillas para pedir piedad cuando yo sea el único que pueda decidir su destino, es lo más placentero sabes, el saber que tendrás el poder de algo sumamente grande.

Atenea.

Sábado, Central de Londres.

—¡DEJAME EN PAZ¡—le grita Charlotte a Jared.

—Eres sexy cuando estás enojada—le responde este haciendo que Charlotte le quite el dedo del medio.

—Imbécil—le dice.

—Hacen muy linda pareja—dicen a mi costado.

—Si, solo que son demasiados tercos para dar el primer paso—le respondo.

—Si llegan a ser novios yo seré la qué organice su boda—se une Leila.

—¿Cómo piensas ya en la boda si aún no son ni novios?—le dice Akira.

—Precaución, te acordarás de mí cuando yo esté organizando su boda y de todas ustedes—le promete Leila a Akira.

—Seremos las damas de honor más sexys—dice Maya mientras lleva un pedazo de pollo a su boca.

—De eso ni lo dudes cielo—le dice Leila.

En el corto tiempo que llevo conociendo a Leila, Akira y Maya se portaron súper bien conmigo a excepción de Andrea y otras chicas.

—Los generales nos necesitan en la sala de juntas ahora mismo—nos informa Thomas, asentimos y nos levantamos de nuestros asientos para ir a la sala de juntas.

Nueva misión tal vez.

—¿Qué crees que será?—me pregunta Maya.

—Una nueva misión, normalmente si nos llaman a la sala de juntas es para establecer estrategias, analizar una situación de alguna misión o dar información de una misión—le respondo.

—En la central de donde estaba instalada normalmente no nos llevaban a ninguna sala de juntas si no qué en ese instante tu superior te gritaba ¡Nueva misión inútiles, levanten sus culos!—rio cuando imita la voz de un hombre.

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