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¿Recuerdan cómo conocieron a su primer amigo? ¿O recuerdan cómo conocieron a la primera persona que de verdad se merecía llamarse amigo? ¿Cuándo realmente Kai había comenzado a ser su amigo? ¿Podía llamar a Kai su amigo? Esas preguntas rondaban su cabeza mientras veía al chico hablar y hablar sin parar. El primer día de clases se había sentado en el último asiento que se encontró vacío y esperaba que así siguiera. Pero no fue así, una bolita blanca se sentó a su lado y en ese mismo instante se presentó comenzando a hablar sobre él como si Soobin se lo hubiera preguntado.

En el recreo lo había seguido a todos lados hablándole de cosas que en realidad no le ponía atención. Al siguiente día había sido exactamente igual y así hasta que se acostumbró. Ya no le molestaban las charlas largas donde el peliblanco hablaba y él solo compartía unas simples palabras. Se acostumbró a ver diariamente a la bolita de pelo blanco y ropa colorida.

Incluso se había acostumbrado a su gordo gato.

- Entonces, ¿qué opinas? - preguntó sacándolo de su burbuja.

- Opino que me distraje y no te puse atención. Perdón - se disculpó. Kai solo sonrió.

- Mi mamá quiere que viajemos a algún lugar los tres para acercarnos más pero yo quiero ir a la playa y ella quiere que vayamos al campo.

Al final Kai sí había hablado con sus padres y todo había terminado mejor de lo que esperaba. Ellos se disculparon y habían hecho cambios en su horario de trabajo para pasar tiempo con él. El peliblanco le había agradecido con un abrazo el haberlo apoyado y recomendado hablar con sus padres.

- Pueden ir un día a un lugar y la siguiente semana a otro.

- Eso dijo mi papá - frunció sus labios para hacer una mueca.

Sintieron toquecitos en la puerta y se giraron a mirar hacia ella. El padre de Kai estaba parado vistiendo su bata. El hombre les había pedido mantener la puerta abierta mientras ambos estuvieran solos en la habitación. El papá de Kai le recordaba mucho al suyo, les encantaba molestarlos, ellos se llevarían muy bien.

- Me tengo que ir hijo. Tu mamá llegará pronto, por mientras te dejo con la compañía de tu amigo - Kai lo miró mal por su manera de decir la última palabra.

- Está bien.

- Adiós señor.

- Adiós Soobin, cuida a mi hijo - le hizo una seña de que lo vigilaba y se retiró.

- Está loco - chilló el peliblanco dejándose caer sobre la cama.

- El mío es igual así que no te preocupes.

- Pero las bromas de tu papá sí dan risa.

Para él no eran graciosas pero para todo el mundo al parecer sí. Caminó hacia su mochila, que estaba sobre el escritorio y sacó el dibujo que había hecho para el más bajo. Fue hasta la cama y se lo entregó, el peliblanco se sentó sobre ella tomando el papel en sus manos. Sus ojos se iluminaron al ver el dibujo; era él junto a su gato.

- ¡Me encanta! - gritó feliz apretando el dibujo contra su pecho - ¡Es el mejor dibujo del mundo!

- No exageres - le dijo apenado. Nunca le había gustado que las personas vieran sus dibujos pero con su familia era diferente y ahora también con Kai.

- No exagero, tú eres muy talentoso, eres el mejor pintor que he conocido - halagó - ¿Crees que el bebé sea niño o niña? - cambió de tema rápidamente, eso no lo sorprendió ya que él solía hacerlo muchas veces.

- No lo sé, aún es muy pequeño para saberlo, pero me da igual, lo que sea está bien para mí.

- A mi me gustaría tener hermanos, pero mis papás no quieren más hijos por eso me regalaron a Oreo aunque no es igual - hizo un puchero.

PADRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora