☠️Música☠️

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Si Hermes se había dado cuenta de algo en el tiempo que llevaba conviviendo con los dioses aztecas, es que no tenían nada en común con su panteón además del claro hecho de ser todos dioses.

Su cultura.

Su ropa colorida.

Su forma de actuar.

Su manera de relacionarse.

Y ahora que se ponía a pensarlo, su música era de lo más diferente que tenían entre sí, o ya hablando enserio, ni siquiera otros panteones llegaban a acercarse a ellos en su tan característica música.

En el panteón olímpico, por ejemplo, la música era de tonos suaves, relajantes, y si alguna vez llegaba a aparecer un tono fuerte, cualquiera se encogería del miedo solo por escucharlo. El panteón azteca en cambio, tenía una música movida, con bajos, altos, y un grito extraño en sus canciones, algo así como un "ay ajá", que francamente no sabía de dónde sacaban y por qué lo usaban, pero sonaba bastante bien y era lo que le importaba.

El punto de todo esto es que Hermes se interesó en aprender a tocar esa música, y Mictlantecuhtli accedió a ayudarlo, para sorpresa del dios mensajero, el dios azteca tenía un basto conocimiento en la música de su región, podía imaginarse que esto era en parte la razón del por qué en el día de los muertos no solo la decoración sino también la melodía que inundaba las calles de su jurisdicción era tan hermosa.

Sin duda, que el Señor de la Muerte estuviera tocando un arpa jarocha solo para darle un gusto al griego, fue de lo más conmovedor, más tomando en cuenta que de verdad se escuchaba bien.

Y luego llegó el momento donde empezó a enseñarle a tocar el arpa con ayuda del Dios del Mictlán justo detrás suyo, que tomando sus manos trataba de guiarlo para que moviera las cuerdas de forma correcta...y vaya que era difícil, no era lo mismo que tocar un violín, el instrumento era enorme, las cuerdas muchas y ese era justamente su mayor problema, porque dependiendo si bien Mictlantecuhtli trataba de compararlas con las teclas de un piano, a él eso no le cabía en la cabeza.

Al final terminó siendo abrazado por el dios mayor, el cual se rió mucho cuando fracasó en una melodía bastante simple en arpa, aunque no lo hizo para burlarse, solo quería hacerle ver que no estaba molesto o exasperado porque no lo lograra, además, había logrado abrazarlo, él no desaprovechó su oportunidad.

–Está bien, acepto que fue mi error empezar por este instrumento–dijo Mictlantecuhtli sin soltar a Hermes de su abrazo.

–Usted tiene un talento inigualable para tocar esto...–dijo Hermes aún sorprendido con la facilidad con la que el azteca había podido tocar ese arpa mientras que a él le costaba tanto.

–Se debe tener un poco de práctica, algunas arpas hasta varían entre jurisdicción y pocos son los que la saben tocar todas–dijo Mictlantecuhtli encogiéndose de hombros por un momento–tal vez debimos empezar por las maracas, son un poco menos técnicas que el arpa aunque también se debe practicar para hacerlo bien

–En otra ocasión tal vez pueda enseñarme a hacerlo–dijo Hermes mientras que con cuidado se separaba del mayor.

–¿En otro momento~? ¿Por qué no ahora? Sabes que hablo mucho con Zeus y demás dioses para que no te molesten tanto–dijo Mictlantecuhtli sonriendo de lado–¿si sabes que para algo los Tres Sirvientes tienen ese título, verdad?

–Aunque aprecio mucho el hecho de que se tome esa molestia, esta vez no es cosa de Zeus-sama, tengo que ir con mi hermano Dionisio–dijo Hermes haciendo un ademán.

–Ah...¿ese es el dios que se la pasa contando uvas, cierto? Recordar los nombres no se me dan bien–dijo Mictlantecuhtli tratando de asociar ese nombre con algún dios griego que haya visto.

–Y lo dice un azteca...–suspira–sí, y ese es un hobby que tiene como dios del vino, cosecha uvas y hace vinos de todo tipo, a veces hasta los altera con magia–dijo Hermes sin darle mucha importancia.

–Me imagino cómo deben terminar luego de una fiesta con él...hm, eso explica la foto de Zeus, Poseidón, Hades y sus hermanas tirados sobre una mesa con vino derramado por todas partes, hasta ahora pensé que era sangre y los habían atacado–dijo Mictlantecuhtli haciendo una nueva de risa–Quetzalcóatl se rió un buen rato de esa foto

–¿Cómo esa foto llegó aquí?–Hermes pareció sorprendido por lo que dijo el albino.

–La mayoría de los aztecas podemos comprender a los animales, y solemos mandar algunos cuando sabemos que sucederá una tontería en otro panteones–dijo Mictlantecuhtli inclinándose un poco hacia Hermes–literalmente un pajarito le dijo a Quetzalcóatl sobre la foto que tú tomaste cuando todos estaban hasta la arcada de bebida

–De ahora en adelante me sentiré acosado...–dijo Hermes un poco incómodo con esa nueva información.

–Ya deberías sentirte así con los ojos saltones de Zeus a toda hora sobre ti–dijo Mictlantecuhtli apretando la nariz del griego como un juego.

–Es mi padre–dijo Hermes llevando sus manos a la que Mictlantecuhtli tenía sobre su nariz.

–¿No has escuchado los propios mitos de tu panteón, muchacho? A veces hasta me dan miedo lo que hacen por allá, y mira que por aquí tenemos a tipos como Huitzilopochtli o Tezcatlipoca que los miras feo y te vuelan la cabeza–dijo Mictlantecuhtli al tiempo en que soltaba una pequeña risita y dejaba la nariz del griego–pero bueno...el dios del que hablas ya debe estar dormido por esperarte, ¿quieres que mañana te siga enseñando sobre el arpa o quieres un instrumento más simple?

–Hm...trataré de familiarizarme con el concepto de comparar las cuerdas del arpa con las del piano, no quiero rendirme tan fácil con ese instrumento–dijo Hermes totalmente decidido.

–En ese caso, mañana te espero aquí–dijo Mictlantecuhtli inclinándose un poco ante el dios griego.

–Así será–Hermes se inclinó igualmente ante el dios azteca.

Y sin esperar más, el azabache se retiró con el quetzal esqueleto que siempre lo seguía detrás suyo, como si fuera a escoltarlo, y Mictlantecuhtli por otro lado solo se le quedó sonriendo hasta que desapareció por los pasillos de su palacio...y justo en ese momento una mujer llegó tomándolo del brazo sacándole un buen susto por estar aún embobado con la sola figura de Hermes, y se sintió un poco estúpido cuando al voltear, se encontró con su hermana burlándose con la mirada y los labios de su distracción, que le permitió asustarlo.

–Entonces, hermano...¿para cuándo le diré cuñado al mensajero de los griegos?–preguntó Mictecacíhuatl con un tono pícaro.

–No empieces con tus cosas–dijo Mictlantecuhtli rodando los ojos para entonces irse al salón del trono.

–¡¿Debería ir preparando una boda?! ¡Puedo desde ahorita mandarle a hacer una corona con Quetzalcóatl!–dijo Mictecacíhuatl dispuesta a molestar a su hermano un rato.

–¡Que no empieces, enana!–dijo Mictlantecuhtli sin querer mostrar que estaba avergonzado, así que puso una mano sobre la cabeza de Mictecacíhuatl y la empujó hacia abajo haciendo que esta se quejara.

Aunque no dejaba de burlarse con su sola expresión.

Camino al Mictlán ☠️🎼 Mictlantecuhtli X Hermes ☠️🎼Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang