- Claro que pueden acariciarlo .... solo si nos dicen como llegar al reino de la selva primero- les respondió Maya
- ¡Hecho! - aceptó el pequeño
Ambos niños se acercaron a Chiapa, pero cuando la pequeña pasó frente a mí me lanzó una mirada curiosa.
Estoy segura que esas voces y esos ojos los había visto antes.
Las pequeñas criaturas comenzaron a acariciar al felino aunque más bien parecía que se lo querían comer.
Hasta le lamieron un ojo, ¡Un Ojo! por el santo cacao.
- ¿el reino de la jungla? - les recordé
- no está lejos - me respondió el niño mirándome a los ojos, se bajo de Chiapa igual que la niña, se tomaron de las manos y comenzaron a caminar.
Pero comenzaron a correr muy rápido, demasiado rápido.
Ni siquiera Chiapa los podía alcanzar.
- Son muy rápidos - mencionó Maya
- ¿Que comen estos chamacos? - me pregunté a mi misma
- ¡Seguramente jaguar! - respondió Rico, el cual y apenas se ponía agarrar del felino.
Tratamos de alcanzarlos pero no podíamos. Hasta que los perdimos en una parte donde había un terreno sin árboles, solo habían rocas.
- ¡Niños!, ¿Donde están? - gritó Maya atenta a cualquier ruido
La princesa sacó su espada y yo la imité.
- Si debe ser... - mi amiga me volteó a ver
-Entonces es mi deber - respondí
- ¿Que es eso? - preguntó Rico con curiosidad a lo que dijimos
- O es una...-
- ¡BUU! - los niños salieron de repente asustándonos a todos.
Chiapa se sobresaltó y nos tiró al suelo. Las pequeñas criaturas comenzaron a molestar a Rico disiendo le que lo habían asustado.
- No n-no me asustaron - se justificó el moreno
- ¿En serio?, ¡¿que te parece ahora?! -
El niño comenzó a crecer de una manera impresionante.
- Por los dioses, aquí vamos - dije preparándome para atacar transformándome en mi forma de diosa.
- ¿Ustedes que son? - dijo Rico asustadizo tomando a Stefan con mucha fuerza.
- ¡Yo soy Cabrakan! ¡El Dios de los terremotos! -
Lo que nos faltaba, el Dios con un horrible temperamento.
ESTÁS LEYENDO
Nos veremos pronto (Zatz y tú)
FanficEl destino es incorregible, la vida y la muerte son inesperadas pero hermosas desde otro punto de vista. Lo único que podemos decidir es a quien proteger, a quienes querer en la vida y sobre todo a quien amar. Una profecía para una princesa Una mis...