Final

2.7K 82 11
                                    

Es curioso. Si, el mundo en el que vivimos es bastante curioso. Pareciera que todos formamos parte de una simple ilusión y nada más...
Hay ocasiones en que lo ordinario queda atrás y lo extraordinario comienza a formar parte de nuestra vida. Así sucedió con León y conmigo.
En un principio él no era nadie especial para mí, tan solo mi un individuo más en mi vida, un nuevo acompañante de rutas por recorrer, sueños que alcanzar, pero eso era antes porque ahora León es mi vida.

Aprendí lo que sentirse amada significa, desde hace años no he parado de sentir las mariposas revolotear en mi estómago. Una corriente eléctrica sigue recorriendo mi cuerpo cada vez que él me besa, toma mi mano, me abraza. Mis ojos ya no saben lo que llorar de tristeza significa, ahora solo conocen las gotas saladas provocadas por la felicidad. Mi mente jamás se aparta de él. No hay día en que no desee tenerlo a mi lado, repetirle una y otra vez cuanto lo amo. Mi corazón está acostumbrado al palpitar melodioso que las miradas de León generan.
Fue divertido ser Violetta Castillo, realmente lo fue, pero eso quedo atrás... muy atrás. Aunque al comienzo me negué rotundamente a enamorarme de León, con el paso de los minutos, horas y días, descubrí que era imposible, pues él había ganado mi corazón desde el momento en que tomó mi mano por primera vez. Aproximadamente cuatro años atrás, desconocía por completo el amor verdadero pero cuando sentí los suaves labios de León, escuché sus tiernas palabras de amor, cambié de perspectiva y Castillo se esfumó, quedando solo Violetta Vargas.
Me cuesta trabajo imaginar mi vida sin León. Sin embargo, estoy consciente que algún día tendremos que separarnos momentáneamente. Lo que nadie sabe es que mi amor por él es aún más lejano que el infinito... y por eso jamás dejaré de amarlo, mi mente seguirá pensando en él por el resto de la eternidad, mis labios preservarán el dulce sabor de los suyos, mi alma seguirá atada a él. Dentro de muchos, muchos años mi corazón dejará de latir ante la vista de todos, pero lo que ellos ignorarán es que mi amor por León jamás se extinguirá, hasta el último instante se mantendrá vivo...y por tanto mi corazón seguirá latiendo, latiendo por él, León Vargas.

El fuerte viento sopló con la misma intensidad de años atrás, cuando pasé a formar parte de la familia Vargas. Con una mano aparte un mechón de mi mejilla y decidí dejar el pasado para otro momento y regresar al maravilloso presente.
Miré a mi alrededor y descubrí de donde provenían las risas, los murmullos, los gritos de emoción y el delicioso aroma a dulce que hacia agua mi boca. Las nubes se abrieron y dejaron al sol brillar. Era un día precioso, había colores por doquier. Con una sonrisa contemplé a los presentes y agradecí al cielo la vida que me había tocado.
De pronto, la sonrisa más pura y genuina apareció en mi cara cuando vi a mi pequeña saltando en el brincolín. Camine hacia él y al verme hizo un gesto de sorpresa
― ¡Mami! ― Después de un par de pequeños saltos aterrizó en mis brazos
― Mi pequeña Sofia― La abracé y besé su mejilla
― ¿Has visto lo alto que brinco?
― Si, lo he visto
― Es porque ya soy una niña grande― Elevó sus brazos, como ejerciendo fuerza
― ¡Bastante grande! ― Sonreí
Sofia Alexandra, el nombre de mi pequeña. En Esta ocasión celebrábamos su cumpleaños número tres, el tiempo ha pasado tan rápido...
Cuando nació, León y yo fuimos las dos personas más felices en el mundo entero, aun recuerdo su pequeña carita, la manera en que nos miró.
― ¿En qué piensas, mami? ― Preguntó Sofia tomando mi mano
― Pensaba en... ¡hacerte cosquillas! ― Dije con voz graciosa

Sofia gritó e intentó huir pero la atrapé. Comencé a mover mis manos alrededor de su pequeña pancita y lo llenaba de besos.

― Con que aprovechándote de los más pequeños― Dijo León a mis espaldas. Miré por encima del hombro y me topé con una encantadora sonrisa― ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?
― ¡Papi ayúdame! ― Logró decir Sofia entra risas
León rodeó mi cintura y me atrajo hacia su cuerpo.
― Listo princesa― Dijo León apoyando su cabeza en mi hombro― ¡Ahora contra mami!
― ¡Sí!
Alexa comenzó a brincar y estiró sus brazos para que lo cargara, cuando lo hice León nos levantó del suelo y dio un par de giros. Los tres juntos caímos en el inflable. Alexa se levanto con una rapidez impresionante y se aventó sobre León
― ¡Ríndete capitána León! ― Dijo haciéndole cosquillas
― ¡Jamás pirata Sofia Alexa! ― Exclamó León mientras hacía gestos graciosos. Yo reí
― Los Vargas al ataque― Dije mientras intentaba levantarme pero no me lo permitieron
― Serás nuestra prisionera. Tu castigo serán tres besos― La voz de Alexa era divertida
Comenzó a depositar los tres besos sonoros en mis mejillas. Luego miró a León y sonrió
― Ahora es turno de papá
― No, no por favor― Tape mi cara y reí― Lo que sea menos ese castigo, pirata Alexa
― Eres la prisionera, debes recibir tu castigo― Alexa sonrió y luego se colocó entre León y yo― Vamos papi...quiero decir capitán León
León me miró con ternura y acarició mi mejilla
― ¡Alexa! ― Gritaron unas pequeñas voces
Nuestro pequeño se puso de pie y agitó sus manos
― Mamá, papá, ¡mis primos han llegado! ― De un salto bajo del brincolín, saliendo disparado cual cohete

Nuestro Amor Esta Oculto (jortini) TerminadaWhere stories live. Discover now