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Capítulo 8

Minjeong se quedó parada en la habitación de Karina, mirando su reflejo en el espejo. Estaba desnuda de la cintura para abajo, concentrada en el strap on enganchado alrededor de su cintura. Cuando Minjeong le preguntó a Karina porqué tenía un strap on Karina admitió haber tenido fantasías con Minjeong cogiéndola con uno. Así que un día compro uno, por si acaso. La confesión fue suficiente para que Minjeong se parara del sillón y corriera rumbo a la habitación.

Bajando sus manos entre sus piernas, Minjeong froto la longitud de la polla un par de veces. El peso se sentía bien en su mano y le ayudo a calmar los latidos acelerados de su corazón. Aunque Minjeong adoraba ser mujer, la sensación de la polla situada en su cintura era curiosamente placentera y Minjeong decidió que no iba a sobreanalizar la razón del por que.

Tomado un respiro profundo Minjeong cogió unas esposas cuando salió de la habitación.

Karina trato de esperar pacientemente por Minjeong, pero cuando parecía que Minjeong necesitaría un momento para recomponerse, Karina se dispuso a dejar todo listo. Sabiendo que probablemente se perderían el resto del documental Karina lo grabó, guardándolo para después. Luego miro alrededor de su hogar. Mordiendose el labio Karina sabia donde quería que Karina la poseyera después.

Paseando por la concina Karina se deslizo hacia arriba sobre la isla. Cada pierna sobre una silla, recostándose un poco hacia atrás apoyada en sus manos. Cerrando sus ojos por un momento para meditar, Karina sonrió. Habían cenado un sin número de veces en esta encimera y Karina tenía muchas fantasías sobre Minjeong tomándola ahí. Ahora, Karina se iba a asegurar de hacer una de esas fantasías realidad.

Cuando los pasos de Minjeong se escucharon, Karina reabrió sus ojos preparándose para el sexo salvaje que vendría. Podía escuchar a Minjeong pausar en la sala, antes de escuchar sus ‪pasos nuevamente acercarse. Cuando Minjeong apareció, deteniéndose en la puerta Karina sintió un escalofrió de placer recorrer su espina dorsal. Minjeong estaba en su brassier deportivo y una polla colgaba entre sus muslos.

– ¿Supongo que quieres empezar aquí entonces? –Minjeong sonrió de lado.

Karina asintió, su lengua humedeciendo su labio inferior. Minjeong miro como su legua rosada dejaba un rastro de saliva al cual se sintió atraída.

Caminando hacia ella confiadamente Karina se paró entre las sillas y las piernas de Minjeong, cogiéndola del cuello acercándola a ella para besarla apasionadamente. Karina jadeo y gimió, permitiendo que Minjeong dominara el beso. Su labio inferior atrapado en la boca de Minjeong antes de que su lengua explorara el interior de su boca.

Sin respiración, Karina tiro su cabeza hacia atrás para darle a Minjeong acceso completo a su cuello una vez más. Sin embargo, esta vez, Minjeong no se detuvo en su cuello. Moviéndose hacia abajo, deslizo una de sus manos alrededor de la espalda de Karina y desabotono su brassier. Los senos de Karina se descubrieron para la vista placentera de Minjeong. Desde aquella vez en un bar gay, Minjeong no se cansaba de ver los senos de Karina.

Reclamándolos como suyos ahora, Minjeong rodeo uno en un calor húmedo cuando sus labios succionaban un rígido pezón.

—Ohh Minjeong—Karina jadeo, arqueando su espalda para acercase más a Minjeong.

—Mmm —Minjeong gimió, cambiando al seno ignorado para succionarlo y llenarlo de atención. Su mano izquierda se deslizo lentamente hacia abajo entre los muslos de Karina. Rosando dos dedos sobre su centro Minjeong sintió como Karina estaba imposiblemente mojada nuevamente. Karina tembló, empujando sus caderas hacia adelante por más contacto.

—Por favor Minjeong. Deja de provocarme —Karina rogo.

—Vale... —Minjeong susurró— Siéntate derecha y pon tus manos sobre tu cabeza— Karina obedeció, sentándose y elevando sus brazos en el aire. Esposando sus muñecas juntas Minjeong bajo los brazos de Karina en frente de su cuerpo—. Párate y voltéate.