capitulo 19 visita

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Llegó un punto en el que se quedó viendo una película en la sala solo, Tadashi y Hiro salieron llevándose a Baymax, estaba empezando a pensar que no tenían solo proyectos del trabajo y la universidad, resopló mordiendo su pastelillo de chocolate. Era noche y la señora de la casa ya estaba dormida, tardó mucho en convencerla que el se quedaría despierto un rato, tal vez hasta podría aplicar las técnicas de Mamá Imelda y la chancla, tenían cosas que hacer mañana y preferían llegar tarde.

Suspiro al recordar cómo la señorita Cass, le había contado una historia de como tuvo que sacarlos a ambos de la comisaría, no admitiría que pareció tierno pensar en el genio prodigio había estado en cerrado durante unas horas por una pelea.

El volumen bajo de la película era el único sonido que escuchaba, además de algunos huesos que chocaban entre si, estaba tan acostumbrado a la presencia de su papá Héctor y sus huesos chocando que era normal, en un alto grado espeluznante, se asomo tras el sillón que lo acogió para ver qué no había nadie, frunció el seño, será que prefirió quedarse en la habitación de los hermanos? Negó para voltear nuevamente a la pantalla, películas gringas, reprochó al ver a la típica pareja de adolescentes hormonales envueltos en un amor imposible, sus novelas estaban mejor.

Bostezo mirando el reloj, más de media noche, la pereza lo domino recostando se en el sofá de costado, no hacia frío pero tampoco estaba caliente, el lugar estaba cálido, como las tardes en el patio de su casa, tras un día soleado. Ignoro nuevamente los pasos huesudos intentando prestar atención a la tele, pero se estaban volviendo molestos, se levantó rápidamente y fue a buscar al causante del sonido, reviso toda la habitación de Hiro y Tadashi, nada, bajo a la tienda, esperando que no fuera nadie, entro a la cocina de la misma, sin cambios, confundido subió al segundo piso, mirando la cocina y luego la sala, esto estaba empezando a ser molesto, suspiro sentandose en el sillón, el chico descubrió la mentira de la chica, chasqueo la lengua molesto sentandose de nuevo, escucho el timbre de la tienda, seguido de pasos y murmuros, se levantó decidido a aplicar el arma secreta, se sacó la chancla de los pies, será menor pero sabe que nunca debe llegar tarde si debe hacer algo mañana.

Por las escaleras subió Tadashi seguido de Hiro, frunció el seño cruzado de brazos, el gran malvavisco lo vio y escaneó.

-Que haces despierto tan tarde?- Pregunto Hiro, Miguel arqueó una ceja incrédulo, el y su hermano estuvieron afuera haciendo "trabajo" hasta estas horas y le pregunta por qué está despierto? En serio?

-Eso debería decir yo, mañana tienen cosas que hacer y ese trabajo es Taaan importante que tienen que salir de noche rápidamente y llegar tan tarde?- Tadashi rió, causando una mueca en Miguel -De que te ries chino?- Negó suspirando y paso a Miguel.

-Está bien que te preocupes, es verdad que nos estamos descuidando un poco con este trabajo, pero no eres tú el que debería reclamas, estás enfermo y como tú médico debería ser yo el que te regañe por estar despierto tan tarde- palmeo los hombros de Miguel y subió las escaleras, dios! Cómo rayos le hace para que no se enojen con el por responder! Si intentará eso con Mamá Elena o su madre, estaría perdido! Miro de reojo a Hiro que sonreír de oreja a oreja.

-Tú que, aún puedo pegarte con la chancla sabes?- Se cruzó de brazos cuando Hiro negó divertido.

-Si un ladrón entrara, esperas que una chancla lo detenga?- Miguel lo miro inexpresivo antes de un movimiento rápido lanzará la chancla contá el, siendo esquivada por poco, el sonido fue amortiguado por baymax que miro la chancla caer al piso de madera antes de mirar a Miguel.

-Lanzar un zapato, puede lastimar a una persona que pueda cruzarse en su camino- Miguel negó suspirando, esto no era aló que había planeado.

-Lo sé baymax, pero no dormir las horas acordadas para alguien que usa demasiado el cerebro es malo y podría hacerle daño a este pendejo- tomo su chancla en lo que Hiro lo pasaba para apagar la tele.

-La palabra "pendejo" no está en mi base de datos, debería buscar una definición?- Miguel casi estalla en risa por escuchar a Hiro jadeara asustado.

-no Baymax, es una palabra que se me sale aveces, no debes buscarla tranquilo- acaricio el lugar donde "el arma" había dado -que tal si vas a tu lugar de recarga, te ves bonito cuando estás dentro de ella-

Baymax subió junto a Miguel dejando a Hiro en la sala, miro el plato en la mesa de café y lo llevo al fregadero, camino lento esperando que su tía no se levantará por esta "charla" vio a Miguel acomodar el futón en el suelo, extrañado le miro y aunque sus ojos se conectaron un momento Miguel casi callo cuando se acostó en ella.

Se quitó los zapatos y se acostó en su cama, después de unos días, era cómodo tener la cama solo aora él, asi no despertaba con un oso abrazándolo o lanzando lo fuera de la cama, ese tipo tiene muchos problemas para dormir.

-descansa Hiro- Murmuró cobijandose, Hiro miro al moreno cuando quiso contestar pero el mexicano ya dormía profundamente, sonrió al verlo mejor, apesar de su situación era tan alegre, ignorando que podría morir en cualquier momento y volvía a replantearse, podrían curarle? Estaba en sus manos la vida de ese chico, si lo hicieran, se iría de vuelta a su país, a su hogar, entonces, por qué quería que no fuera así, por qué quería que se quedara? Se sintió feliz cuando vio al chico molesto por verlos llegar tarde, fue casi... Lindo, negó con la cabeza.

-No eso seria injusto para él- vino a ellos por una cura, para saber si está enfermedad era contagiosa, si sería un peligro y como evitarla, no para un tonto capricho de él. Si pensaba en soluciones, estaría bien contruir minibots para entrar y ver cómo se desarrollaba el crecimiento de los pétalos, se preguntó muchas veces cuando lo veía vomitar, sería doloroso? Si a él le ocurriera, le dolería? Era demasiado escéptico como para tragarse toda la historia de Miguel, una maldición... Suena tan... Irreal.

Suspiro de nuevo, nota mental, no volver a salir tan noche o el insomnio lo bombardeara con preguntas sin respuestas, se recostó de lado viendo la melena café oscuro iluminado por la poca luz de luna que entraba por la ventana.

Se volteo y le dió la espalda, solo sabía algo, Miguel era alguien especial, tal vez... Único.

El sonido de un par de tacones lo hizo voltear y diviso la figura de una mujer incada a los pies del futon de Miguel, la mujer estiró el brazo y arropó de mejor manera al mexicano, el gran sombrero cubría su rostro pero el rojo intenso contrastaba con el negro de su cabello, la figura se volteo hacia el sorprendido por el rostro pálido pintado y esos ojos iluminados por dos fuegos y la vio sonreír con picardía.

Volvió su mirada al moreno y trazo el rostro ajeno con delicadeza, paso unos segundos más en esa posición y se levantó, juraba que incluso la habitación había Crecido con ella, la mujer se rió tan pacíficamente que le helo la sangre.

-cuida lo que piensas muchacho, a mi marido le gusta jugar con esos pensamientos y Miguel no estaría más tranquilo por ello-

Y con ese murmuro se desvaneció dejando un puñado de pétalos naranjas, soltó un suspiro tembloroso que no sabía que había contenido, que mierda acaba de pasar?

PERO SOLO ES CEMPASÚCHIL (Higuel/Hiroguel)Where stories live. Discover now