Capitulo 23: After

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— Imbécil, detente. Mis padres están en el patio de mi casa con unos amigos, es más que obvio que van a escuchar.

— ¿A qué le temes, Jungwoo?— murmuró levemente el chico de cabellos azules, deteniendo los besos en el cuello ajeno para acercarse hasta el oído de su acompañante.— ¿Acaso tienes miedo de que todos escuchen cómo te hago mío? ¿Te da miedo que todos sepan cómo disfrutas tenerme dentro? ¿Es eso?— preguntó el mayor, sonriéndole con sorna al separarse.— no te preocupes, sólo trata de ser silencioso, amor.

Jungwoo comenzó a quejarse en voz baja, maldiciendo a Doyoung y a sí mismo. En esos momentos odiaba a su novio por decirle cosas cómo esas, pero también se odiaba a sí mismo por ser tan débil y encenderse con unas simples palabras. Los toques que dejaba el mayor sobre su cuerpo no se quedaban atrás, haciéndole sentirse más frustrado y necesitado.

Necesitado de Doyoung y sus caricias.

Su situación sólo empeoró cuando su camisa fue retirada, cayendo en el suelo de la habitación. Sus jadeos comenzaron a ser escuchados cuando su novio empezó a dejar besos sobre su pecho, dejando que su lengua se paseara por la piel de vez en cuando. Sus manos se abrieron paso hasta el cabello de Doyoung, ocasionando que sus dedos se enredasen en las hebras azules.

— ¿Aún quieres que me detenga, amor?

La voz de su novio le sacó del pequeño trance en que se encontraba, causándole un pequeño debate mental. Si le pedía detenerse, podrían ver una película tranquilamente, quizás conversar. Si le pedía continuar lo más probable era que sus gemidos se escucharán con claridad hasta el patio de su casa, y por consecuente sus padres se enterarían que el vecino estaba follándolo, además de que se enterarían de una muy mala forma que eran novios.

Era una difícil, difícil decisión.

— D-Deberías detenerte, p-pueden escucharme.

Doyoung chasqueó su lengua, colocando su rodilla en medio de las piernas de Jungwoo, cercano a la erección que estaba formándose.— Oh, ¿Seguro que deberíamos detenernos?— murmuró, comenzando a mover su rodilla en la erección de Jungwoo, sacándole un gemido que le hizo sonreír.— no te escuchas muy seguro sobre querer que pare.

— Que te den, D-Doyoung.

— ¿Si? Mejor te doy yo a ti.

El peliazul sonrió de lado, alejándose lo suficiente para poder retirar el pantalón que llevaba el menor, ocasionando que le hiciera compañía a la camisa en el suelo. Jungwoo por su parte se dejó hacer, sintiéndose demasiado perdido cómo para seguir quejándose.

Poco después el bóxer fue retirado, dejando a Jungwoo completamente desnudo y a merced de Doyoung. El mayor sólo sonrió ante la vista, separándose un poco para quitarse sus propias prendas. Una vez desnudo volvió a acercarse hasta el cuerpo del menor, tomándolo de los muslos.

Acercó dos de sus dedos hasta los labios del menor, en una orden silenciosa de que chupara, recibiendo una negación que le hizo ladear la cabeza con confusión.

— Y-Ya estoy l-listo, Do. Puedo recibirte.

Doyoung iba cuestionar y discutir, pero recordó de forma repentina que ellos habían estado juntos la noche anterior, así que sólo sonrió en su lugar y guió su mano hasta su miembro para alinearlo en la entrada de Jungwoo.

Dejó salir un jadeo ahogado cuando estuvo completamente dentro, inclinando su cabeza hacia atrás y apretando sus ojos.

— Muévete, imbécil.

Dejó salir una risita, pues los cambios de humor que tenía su novio le parecían tiernos, además de que en ocasiones sentía que iba a volverse loco, pero en el buen sentido. Sus manos aterrizaron sobre la cintura del chico, comenzando a moverse con lentitud, mordiéndose el labio. Se inclinó con cuidado, acercando sus labios hasta los pezones de Jungwoo para succionar y morder con suavidad.

After midnight [Dowoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora