Fairy Tail ~ |Seroroki|

Capítulo 8: Un lugar especial

-Hay algo que quiero mostrarte- dijo Todoroki.

Era el día siguiente a su espectacular escapada, y Sero había vuelto al bosque para estar con su amigo.

-¿Qué es?- preguntó Hanta mientras seguía al bicolor entre los árboles.

-Un lugar especial.

Caminaron en silencio unos minutos hasta que llegaron a un lago mediano. El agua era cristalina y permitía ver las pequeñas rocas que estaban en el fondo, el pasto llegaba hasta la orilla y varias ramas de árbol se asomaban por encima de sus cabezas.

-Wow- Todoroki sonrió ante la reacción del otro.

-Solía venir con mis hermanos, es un lugar que mi padre no conoce. Un refugio.

-Suena muy especial- comentó el azabache- ¿Porqué me lo muestras a mi?

-Confío en ti- respondió con simpleza.

Se quedaron un momento apreciando lo pacífico del lugar hasta que Sero habló.

-¿A que jugaban aquí?

-A todo y nada, la verdad. Piratas, sirenas, espíritus del mar o a veces solo éramos nosotros con mucho calor.

Sonrió como si recordara algo y se sacó el reloj que le dio Hanta del cuello, dejándolo encima de una pierda, y lentamente ingresó al agua.

-Tu ropa se mojará.

-¿A quien le importa?- contestó citando las palabras que le dijo el día anterior.

El hada sonrió y también se quitó un anillo antes de meterse en el agua detrás de su amigo.

Estaba fresca, pero era agradable dado el calor que hacía. Y las piedritas en el fondo estaban pulidas por la acción del agua.

Como si fueran dos niños pequeños, empezaron a salpicarse agua y a empujarse mientras reían hasta quedar completamente empapados.

Todoroki se sentía feliz, y hace mucho que eso no pasaba cuando iba a ese lago. Por lo general solo lo miraba con melancolía, recordando a los buenos tiempos con sus hermanos. Pero ahora sentía como si hubiera retrocedido el tiempo, y al mismo tiempo no, porque la sensación con Hanta era diferente a la de sus hermanos.

Qué extraño...

Pensando en eso se quedó estático de pie en el agua y cuando volvió en si, Sero estaba de pie frente a él.

-¿Estas bien?

-Si, si, solo... pensaba.

No había ni un ruido en todo el lugar. Ni pájaros, ni animalitos, ni viento entre los árboles. Nada. Un silencio liviano pero notorio.

-¿Puedo preguntarte algo?- dijo Sero.

-Claro.

-¿Alguna vez te has enamorado?- preguntó con una sonrisa algo diferente a las de siempre.

Era como melancólica, cansada pero al mismo tiempo con una calmada felicidad.

-Yo...- desvió la mirada al agua- No estoy seguro.

-¿Quieres que te enseñe como se siente?- preguntó de la misma forma, con esa extraña pero encantadora sonrisa.

Recién entonces el bicolor notó que se habían acercado. Ahora estaban uno frente al otro con unos pocos centímetros de distancia. Pero no le molestaba.

-Si- pidió con el mismo tono suave y mirando directo a los ojos de Hanta.

El más alto vaciló un poco hasta que pareció decidirse y pasó suavemente una de sus manos por la cintura de Todoroki, que puso su mano sobre la contraría. Volvió a levantar su vista a Sero y, casi como un impulso, alzó su mano hasta la mejilla del otro y acarició levemente con su pulgar.