28. Gracias a Dios (Mindi)

51 2 0
                                    


-Te toca – dije mirando a mi hermano.

Llevábamos tres partidas de ajedrez seguidas en la fábrica y su estúpido escáner no había encontrado aún a nuestro padre. Bred movió su caballo en L hacia atrás.

-Jaque Mate – dijo finalmente – 2 a 1. ¿Quieres la revancha?

Resoplé agotada. Solo de pensar en otra partida de ajedrez me deprimía, con lo que a mí me gustaba ya lo había aborrecido por la impaciencia de encontrar a mi padre.

-¿Cuánto le queda al programa ese? – pregunté con tono de súplica.

-No lo sé, Mindi, solo lleva una hora y media. Está registrando todo Lyoko, es más grande de lo que parece – me contestó mientras se levantaba a mirar el superordenador. Ha terminado con el sector del hielo, ahí no lo ha encontrado.

-¿Por qué no simplemente nos dice dónde está? – pregunté fastidiada. Se había puesto en contacto en varias ocasiones. No debía ser tan difícil que nos desvelara su paradero.

-Puede que no lo sepa. No tengo ni idea – la voz de Bred se elevó notablemente – Mindi, sé tanto cómo tú, hemos hecho esto juntos durante tres días. Lo único que sé es que está vivo y no es controlado por XANA. No sé dónde está, no sé cuánto va a tardar el escáner en encontrarlo, no sé si lo va a encontrar si quiera.

Las última palabras salieron de su boca gritando. Miré al suelo avergonzada. Tenía razón, Bred podría parecer casi un Dios en lo que se refería a Lyoko. Hacía aparecer cosas de la nada, abría puertas cerradas, joder hasta podía volver al pasado. Sin embargo solo era una persona, era mi hermano y no era justo que le estuviera pidiendo más de lo que podía hacer. Nos habíamos esforzado al máximo, los dos. Hacíamos todo lo que podíamos, no era justo que le reprochara nada.

Pero el estrés, la ansiedad de pensar en no volver a ver a nuestros padres nunca más... Me hacía sentir un vacío insoportable en el pecho y hacía que me faltara el oxígeno. Necesitaba algún avance, alguna certeza de que íbamos por el buen camino.

-Perdona – me disculpé con mi hermano.

-No, siento haberte gritado. Es que estoy tan...

-Estresado – terminé la frase por él. Sabía cómo se sentía a la perfección – Agobiado, impaciente, impotente, asustado.

Noté como se me humedecían los ojos y un vacío en mi pecho me obligaba a coger aire. Bred solo asintió y me abrazó. Solo nos teníamos el uno al otro en aquel momento. No debíamos discutir, teníamos que apoyarnos pasara lo que pasara.

El ascensor se abrió tras nosotros interrumpiendo el momento. John apareció tras las puertas con una bandeja cubierta de papel.

-Buenos días – saludó - Sí que habéis madrugado.

-El plan de poner al Skid como cebo no funcionará de nuevo. Necesitamos encontrar a mi padre para que XANA intente que no lo rescatemos y así enviará a nuestra madre – contestó Bred.

-¿Y cómo va la búsqueda?

-Mal – me limité a contestar.

-Bueno, más que mal, lenta – me corrigió mi hermano – sabemos que no está en el sector del bosque ni en el del hielo. Pero aún queda mucho Lyoko donde buscar. Incluso puede que no esté en Lyoko, que esté en alguna réplica o incluso en el mar digital en alguna burbuja a salvo custodiado por XANA.

-Si está en la red, ¿podréis encontrarlo?

-No – contesté rotundamente.

-Tendría que hacer otro escáner que me llevaría un día más y probablemente tardaría mucho más en encontrarlo – me volvió a corregir Bred

Pasando el testigoWhere stories live. Discover now