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Por un momento creyó que se le estaba yendo la pinza, quizas usara el mismo perfume, pero ya seria demasiada casualidad, ¿no?

-¿Eda?

La chica se giró como asustada, Serkan le miró preocupado, y como si tuviera toda la confianza del mundo le cogió de la mejilla y con la otra mano se la llevó a la frente para ver si tenía fiebre.

Aquello eso le confirmó sus sopechas, era él, pero estaba claro que no se acordaba de ella y eso la destrozó aun mas que el no saber. ¿Pero como podria olvidar un persona olvidar una amistad tan bonita?

Rapidamente le retiró la mano, le devolvió la chaqueta y le miró una ultima vez, porque en ese momento deseaba no verlo más, muy a su pesar y se fue corriendo, dando grandes zancadas.

- Eda, ¡espera!

Fue tras ella, pero no pudo hacer nada, se metió en su casa como alma que lleva al diablo, ¿que le ocurria?
Se quedó mirando aquella casa durante...¿toda la noche? Si, estuvo toda la noche mirando aquella casa, y una hilera de imagenes borrosas aparecieron de nuevo por su mente.

》Vaya tela Serkan, ¿que ostias te pasa?《

Comenzó a amanecer y arrancó el coche y a unos pocos metros otra casa victoriana le hizo parar, salió y se acercó, y por una ventana vio a su abuelo haciendo una tarta de chocolate mientras dos crios jugaban, y le iban robando trozos, marchándose.

El corazón de Serkan se le disparó, no podia ser, aquel niño era él, ¿como era posible? Su infancia habia sido en Boston, toda su vida fue allí. Habia que zanjar ese asunto, porque si era él, aquella niña...

Miró a unas casas mas abajo, donde la azulada, ¿seria posible que fuera esa Eda?

Se marchó rapidamente y cogió el móvil buscando ligeramente el nombre de Mamá.

- ¡Serkan cariño! Que temprano llamas, ¿estas bien?

- Necesito verte, ya.

Hubo un silencio sepulcral, y unos minutos mas tarde la voz de su madre volvió a aparecer.

- Oh, claro, ¿donde estas?

- En Estambul, pero en unas horas estaré allí.

- Estambul? ¿Y que haces en Estambul? no tienes nada que..

- En unas horas nos vemos mamá.

Serkan notó que algo pasaba y se puso en marcha, molesto, empezó a intuir que algo pasaba y eso le hizo hacer el recorrido molesto.

Desde que tenia memoria recordaba Boston, sus amigos, sus estudios, sus rolletes...y aunque fueran de estambul, nunca viajaron, porque según sus padres, ya no quedaba nada, ni su abuelo, pero...¿y si a el le quedaba algo?

Eda se metió en la cama rapidamente al llegar a su cuarto, cogió la foto que salia con Serkan y en ese momento lo odió con toda su alma. Lloró y lloró hasta al amanecer, le dolia la cabeza pero le daba igual, lo unico que quería era llorar.

Por la ventana y de sus preciosas cortinas burdeo, aparecia los primeros reflejos del sol, y le dio la vuelta apretandose la foto contra su pecho.

Un par de horas mas tarde Ayfer apareció en su cuarto.

- Bonita mia, se te escucha desde España, ¿que ha pasado?

Su tia era una mujer increible, a pesar de verla mal, solia dejarla sola para que soltara todo antes de acercarse.

- Tia...¿que pasó con los Bolat? Por favor, necesito saberlo, ¿por que se rompió la asociación?

Aunque la pregunta no le cogia de sorpresa, Ayfer se sentó en la cama, limpiando las lagrimas.

- ¿Que ha pasado cariño?

- Lo he visto, he estado con él.

- Oh...dios mio...- la cara se le descompuso, ya sabia por donde iba la historia, y aunque siempre ponia excusas diciendo que no sabia nada, realmente lo sabia

Eda le cogió de la mano, sin soltar la foto.

- Tia, cuéntamelo, ya no soy una niña.

Lo que la mente olvida, el corazon mantieneWhere stories live. Discover now