En La Ducha

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Antes que nada gracias por su apoyo en esta historia de mierda, muchas gracias

En esta historia Tweek y Craig todavía no son parejas y gracias a
JeReMy que me dió una idea y me ayudó a escribir está parte de la historia y cambie los diálogos aunque solo por esta historia la siguiente será como antes pues siento que los confundo y yo me confundo XD bueno disfruten

Los dos chicos salieron de las duchas casi al mismo tiempo, a los pocos minutos de hacerlo los demás compañeros de clase. Ambos llevaban una toalla envuelta en sus caderas, y en el caso de Tweek tan apretada que hasta podía dejarle marca. Tenía que asegurarse que no se le cayera, claro.

Craig echó un vistazo a este, quien le respondió con una tímida sonrisa, y para el pelinegro eso fue suficiente para que su autocontrol se quebrara. Rompió la distancia entre ellos, empujando al rubio contra la pared que había tras él, con el mayor cuidado posible.

Mientras, el pobre Tweek temblaba de miedo, pensando que hasta ahora Tucker solo había estado tomándole el pelo todo este tiempo, que solo había fingido ser su amigo para burlarse. Sus ojos se cerraron fuertemente a la espera de los puñetazos y quizá también patadas, pero… no pasó nada de eso. Lo único que sintió sobre él, más concretamente sobre su boca, fueron los labios ajenos. Sus ojos se abrieron de par en par, congelándose por el shock que estaba teniendo. Craig Tucker, el adolescente apático con el que había tenido problemas desde tercer grado y con el que solo llevaban como mucho un año de amistad, le estaba besando con fuerza y pasión.

Cuando Craig se dio cuenta de que el otro no estaba correspondiendo al beso, gruñó contra su boca y en seguida trató de separar los labios del cafeinómano con la lengua; al pasar el húmedo músculo sobre los labios ajenos, Tweek no pudo evitar jadear con nerviosismo y vergüenza, a lo que el pelinegro aprovechó para colar la lengua en aquella boca, buscando la ajena.

Mientras el pobre rubio estaba al borde de un ataque cardíaco, sin entender qué coño pasaba.–“Holy shit! ¿Por qué Craig está haciendo esto? ¡Pensé que me odiaba! Además, ¿¡no se supone que esto se debe hacer con chicas!? ¿¡No se supone que él no es marica!? Oh Dios, ni siquiera entiendo por qué me siento tan extraño.”—Pensaba desesperado.

La mano derecha de Tucker vagó desde la espalda del chico hasta su trasero, dándole un apretón por encima de la toalla, a lo que el rubio chilló de sorpresa. El hecho de que Tweek no estaba empujándolo, ni siquiera tratando de hacerle parar, quería decir que esto no le desagradaba en absoluto, que quería que siguiera. O al menos así es como se lo pensaba tomar Craig. Llevó su otra mano a la delgada cadera ajena.

Tweek, aunque todavía completamente confundido, no podía negar que eso le estaba gustando, hasta que lentamente cerró los ojos y dejó que sus delgados brazos envolvieran el cuello del pelinegro, por fin devolviendo el beso con movimientos torpes e inexpertos.

Finalmente, los dos adolescentes tuvieron que separarse para recuperar el aliento, antes de que sus bocas volvieran a su tarea interior, succionándose la una a la otra. Craig sabía que pronto se verían interrumpidos por sus compañeros que volverían de clase, así que agarró las caderas del rubio y, aprovechando que todavía le rodeaba los hombros con los brazos, le levantó, haciendo que las piernas le rodearan las caderas. Eso provocó que sus intimidades chocaran contra la toalla del otro, haciendo que ambos soltaran un gemido, y ansiando una fricción.

Craig caminó apurado hacia una de las cabinas de ducha, y el menor cerró la puerta de una patada cuando entraron. El pelinegro presionó la espalda de Tweek contra las baldosas, activando la ducha, ambos soltando un quejido al sentir el agua fría caer sobre ellos; por suerte pronto se volvió caliente.

30  días de otp (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora