➳ONE-SHOTS BORUSARA

DARK LIGHT II🔞

ADVERTENCIA: CONTENIDO EXPLÍCITO.

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El azul y negro chocaron.

“Estoy muerta”

Boruto sonrió ladino y, con la voz más ronca y sensual que jamás había escuchado—. Bu…

Sarada se sentía totalmente traicionada por su cuerpo, su mente le decía, sal, huye, no lo pienses más, pero su cuerpo… su cuerpo sabía lo que quería y estaba segura de que Boruto se dio cuenta. Su mirada la recorrió de pies a cabeza, de una forma lenta y constante, fue como si cada fibra de su cuerpo la invitara a unirse.

Se maldijo internamente por no haber reaccionado antes que él.

Cuando Boruto lo hizo, su mirada cambió, fue como si la bella mujer frente a sus ojos fuese insignificante. El azul de sus ojos se volvió frío y su sonrisa desapareció.

—Sal.

Con tropiezos y el corazón alborotado, logró salir y cerrar la puerta. Apoyada contra ella, se llevó la mano al pecho. ¿Qué demonios? ¿Qué hubiese pasado si…? No, ya no había tiempo de pensar en ello.

Él la odiaba, lo podía ver en su mirada.
Todas las sensaciones bonitas la sorprendieron volviéndose opacas.

Le dolía que no creyera en ella, pero le dolía más que no había forma de que lo hiciera.
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Boruto entreabrió la puerta lentamente, sabia que ella no tenía buena audición, pero Sarada era diferente, ella trabajaba para ellos. Debía conocerlos a la perfección, incluso más que él mismo.

Ella estaba dormida y se veía tan inocente, como si en verdad fuese honesta.

Pero si algo había aprendido es que jamás debía confiar en los humanos.

Ellos no tienen idea de lo que es la lealtad y piedad.

En el fondo, en lo poco que quizá existió de su parte humana, quería creerle, pero lo cruel de sus acciones lo regresaban a la realidad.

Ella era como ellos.

Se intentaba convencer todas las noches al verla dormir, pero durante el día, al verla actuar, toda su determinación caía.

Quizá Shikadai tenía razón, debía deshacerse de ella.

Dársela a alguien más no era una opción, sabía de lo que eran capaz de hacerle y no podía ser tan cruel como los humanos. Lo mas racional era liberarla, pero no era seguro, no aún cuando varios de ellos estaban sueltos. Incluso los propios humanos que ella mencionaba corrían peligro.

Su ADN fue modificado, de una forma cruel, poco a poco y con un proceso doloroso, cambió a lo que es ahora. El solo recordar las sesiones diarias de inyecciones, píldoras, pruebas de dolor y resistencia cuando tan solo era un niño… o inclusive un bebé, todo en él se atormentaba de nuevo.

Desde que nació fue predestinado a ser esto. Sin embargo, en el fondo agradecía haber sido humano en el algún momento, no porque fuesen mejores, sino que, a diferencia de los demás, él conocía los límites y no pensaba como un animal.

El proceso de la modificación era sumamente doloroso y caro, en algún momento no fue conveniente y decidieron comenzarlo desde el vientre materno y si funcionó, los humanos lo lograron, crearon bestias poderosas e indestructibles.