𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 16

1.8K 178 6
                                    


Ella ya no es la misma

Un mes paso después de la perdida de Shichiro, ___ se alejó de sus amigos, incluyendo a los tres mayores, no quería estar con nadie que no fueran los sano, su masa corporal descendió demasiado, sus ojeras se hicieron más notables, sus brazos siempre estaban tapados para no dejar visibles las pequeñas cortadas y sus manos siempre estaban maquilladas para no dejar ver aquellas profundas heridas proporcionadas por ella misma

Ella estaba devastada, sus calificaciones bajaron demasiado, por descuidar sus estudios, kioko la llamaba pero esta nunca atendía el teléfono

Ella se culpaba así misma por no ir al local cuando salió del instituto, ella no podía odiar a los pequeños niños aunque quisiese, solo eran unos pequeños con intenciones de darle un regalo de cumpleaños a su amigo

Un día por la mañana la familia se encontraba desayunando en silencio, los pequeños miraban a la pelinegra quien no había tocado su plato solo miraba la comida con el ceño fruncido

--Oye hermanita--hablo la pequeña mirando a su hermana--

--Umhm?--

--Podemos salir hoy?--respondió el otro rubiecillo--

--Umm y a donde quieren ir?--

--Al lago a darle de comer a los patos--hablaron ambos rubios sonriendo--

--Lo pensare, por cierto ya me llene-- sonrió como pudo y se levantó, lavo su plato y cuando termino abandono la cocina--

Tal vez no sería mala idea salir un rato

Negó repetidamente sacando ese pensamiento de su mente, no quería salir a ningún lado pero tampoco quería que sus hermanitos salieran solos a la calle, después de lo que paso no se sentía tan segura de dejar solos a los pequeños

--Iré pero solo un rato niños, si no están listos en 30 minutos no iremos--grito la pelinegra mientras subía las escaleras--

Un grito de alegría se escuchó desde la cocina, sonrió y subió a su habitación a cambiarse, se colocó una sudadera y un pantalón, se arregló la cara y bajo encontrándose con sus hermanos quienes sonreían ampliamente

--¿Ya están listos?--

Ambos niños asintieron y salieron de la casa, después de unos minutos al estar a cinco cuadras la choca miro a sus antiguos amigos al otro lado de la acera, miro a wakasa quien estaba acompañado de una chica pero le restó importancia y siguieron caminando, al llegar al lago los niños corrieron y la joven se sentó en el pasto, miraba a sus pequeños hermanos alimentar a los patos y la culpa la invadió, algo que ella no había consultado con su abuelo es que pensaba viajar nuevamente a New York ya que su abuela le dijo que eso le haria bien, desalojarse de los mismos aires y tomar un tiempo para ella, la abuela de la joven cuando esta se negó le dijo que le compraría una departamento para ella sola así que esta vez acepto, sus lágrimas salieron a flote ya que pensaba que era egoísta de su parte irse y dejarlos solos, seco rápidamente sus lágrimas al ver a sus hermanos acercándose a ella con una gran sonrisa en rostro

--Ya alimentamos a los patos--

--Qué bueno mis niños--

--¿Podemos ir por helado?--hablaron entusiasmados los niños--

--Claro, vamos--

Se dirigieron a la heladería más cercana, caminaron media hora y llegaron a la heladería, el hombre al verlos sonrió amablemente

--Que van a querer pequeñines?--

--Un banana split por favor--hablo Emma sonriendo--

--Una nieve de chocolate por favor--

--Unas fresas con crema si no es mucha molestia--

Se sentaron en una banca mientras esperaban a que llegaran sus órdenes, con el paso de unos minutos llego el trabajador del lugar y les entrego sus pedidos, comenzaron a comerlos en silencio mientras miraban a las personas de sus alrededor, cuando terminaron pagaron todo y se fueron del lugar, ___ les dijo que tenía algo que hacer y les dijo que se adelantaran y que luego los alcanzaría, los pequeños asintieron y se marcharon, la pelinegra comenzó a caminar, paro de caminar al estar frente a un reformatorio suspiro con pesadez y entro, en la recepción pregunto por la persona a la cual quería ver y rápidamente le indicaron que avanzara a la sala de visitas

La chica estaba sentada jugando con sus pies esperando a que alguien entrara, la puerta se abrió dejando ver a un joven peliblanco, tez bronceada y ojos violeta, el joven la miro y sonrió

--como estas hermanita?--

--De maravilla –hablo sarcásticamente--

--Ay y ese humor, vamos no me digas que no me extrañaste--

--Si te extrañe y demasiado pero estoy aquí por algo más, supongo que ya debiste de enterarte o no?--

--Ya lo sé y enserio lamento no a ver estado para ti--

--No pasa nada, yo sé que estar aquí te impide que salgas--

Estuvieron unos minutos platicando sobre sus vidas, el como estaban, la chica le conto todo a izana y este le dijo que le mostrara, la joven accedió y le mostro sus brazos, el abrió los ojos sorprendido, realmente le dolía verla así, quería abrazarla pero no podía, el tiempo de visitas termino, ambos hermanos se despidieron y la chica se fue a su casa, en el camino se le oscureció así que apuro el paso, al llegar entro, saludo a todos y subió a su habitación, tendió sus mantas y se acostó a dormir






𝒮𝓉𝒶𝓎 𝓌𝒾𝓉𝒽 𝓂𝑒/ wakasa ImaushiWhere stories live. Discover now