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Capítulo 9 : La carpeta

Notas de la autora:

Este capítulo es para Opalsong, quien pidió "la carpeta de Jiang Cheng preparada para la boda inevitable de Wei Wuxian".

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"Okey", dice Jiang Cheng, ya con el ceño fruncido, mientras deja una carpeta sobre la mesa. Impacta fuertemente. Es una carpeta grande. Wei Ying se sobresalta. Lan Zhan la mira con desconfianza. ¿Por qué necesita Jiang Cheng una carpeta tan grande? "Estuve trabajando en esto desde que ustedes, idiotas, se reunieron finalmente, así que bienvenidos". La abre con un chasquido. Hay separadores etiquetados. El primero dice "LUGARES" en una letra de molde. Lan Zhan deja de sospechar y empieza a impresionarse. "Así que primero tenemos que decidir dónde quieren celebrarlo".

"Yo no-" comienza Wei Ying, y Jiang Cheng lo ignora.

"Me imaginé que querrías un lugar menos formal, pero no sé, nunca me dices nada, así que los separé por nivel de exigencia". La página a la que pasa tiene un collage de fotos del tipo de salón de baile de un hotel caro que reservaría un Jeremías. Lan Zhan lo odia. "Todos los lugares de corbata blanca son los primeros, luego los de corbata negra, luego los formales, luego los apropiados para cócteles, y luego llegamos a los lugares que son...". Jiang Cheng aprieta los dientes y escupe "-- divertidos".

Wei Ying se anima. "¿De qué tipo de diversión estamos hablando?"

Jiang Cheng suspira y pasa unas cuantas páginas. "Podrías", dice, con mucho sufrimiento, "casarte en un minigolf con luz negra".

"Ooooh", dice Wei Ying, volviéndose hacia Lan Zhan, con los ojos muy abiertos. "¿Quieres casarte en el minigolf con luz negra, cariño? Tenemos tantos buenos recuerdos ahí".

"Mn", dice Lan Zhan, asintiendo con seriedad. "Podríamos celebrar la ceremonia frente al molino de viento".

"Los odio tanto a los dos", se queja Jiang Cheng. "Por favor, no me hagan planear su boda en el minigolf con luz negra. Al menos elijan el bowling".

"Estoy bromeando, didi", dice Wei Ying, el prometido de Lan Zhan, inclinándose sobre la mesa para acariciar la mano de su hermano. "Queremos algo un poco menos tonto que eso".

"Gracias a Dios", dice Jiang Cheng, desinflándose. "Realmente no me fiaba de ti".

"Probablemente sea justo", asiente Wei Ying, apartando la carpeta y dándole la vuelta para que él y Lan Zhan puedan verla mejor. "Me tomaría esto como una oportunidad para torturarte, como es mi derecho como tu jie, pero en secreto soy un maldito romántico cursi y quiero que mi boda sea linda". Le dirige una mirada a Lan Zhan, con la carpeta abierta de un restaurante de lujo que puede ser reservado en su totalidad para eventos privados, y añade: "Lan Zhan se merece algo lindo".

"Wei Ying también se merece una boda linda", dice Lan Zhan de inmediato, pasando la página para investigar un museo local que hace reservas de bodas después del horario de trabajo.

"Los dos se merecen el uno al otro", se queja Jiang Cheng, pero la comisura de su boca sigue haciendo tictac. "¿Qué te parece?", pregunta, sacudiendo la barbilla hacia la carpeta.

"Muchos de estos se ven muy bien", dice Wei Ying, mordiéndose el labio inferior y frunciendo el ceño en un lugar de eventos en un almacén reformado. Está siendo honesto, pero no del todo, lo que Jiang Cheng capta de inmediato.

"¿Pero?"

"Pero..." Wei Ying dice, lentamente, levantando la vista con una mueca de dolor, "todos estos locales son para fiestas realmente grandes, didi. Yo solo..." Comparte una mirada con Lan Zhan, que asiente, habiéndose dado cuenta de lo mismo. "No creo que vayamos a invitar a cien personas".

"No tengo una familia numerosa", dice Lan Zhan. Es posible que su tío tenga algunos primos a los que cree que debería invitar, pero Lan Zhan puede contar con dos manos las personas que podría invitar, y apenas necesita la segunda mano.

"Creo que nuestra boda va a ser mucho más pequeña que para lo que están construidos estos locales", le dice Wei Ying a su hermano en tono de disculpa. "Gracias por hacer todo este trabajo, pero probablemente necesitemos un espacio más pequeño".

"Hm", dice Jiang Cheng, mirándoles fijamente. "Bien". Les quita la carpeta, la mete en su bolsa y, antes de que Wei Ying pueda abrir la boca para disculparse de nuevo, saca otra carpeta. "Prueba esta", dice, dejándola frente a ellos. Lan Zhan la abre mientras Wei Ying se queda con la boca abierta y encuentra en su interior una selección de locales para fiestas de entre veinte y cincuenta personas.

"¿Didi?" pregunta Wei Ying, débilmente, mientras Lan Zhan mira un pequeño club de cenas con un jardín privado adjunto, "¿planeaste nuestra boda dos veces?"

"Puede ser", dice Jiang Cheng, levantando la barbilla a la defensiva. "Soy muy bueno en mi trabajo".

Wei Ying se ríe y se lanza sobre la mesa para empujar a Jiang Cheng a un abrazo inmensamente incómodo. "Oh, dios mío", dice, "eres jodidamente aterrador, no cambies nunca".

"Gracias", añade Lan Zhan, tan sinceramente como puede. "Esto es... Esto es muy considerado de tu parte, Jiang Cheng". Hace una pausa, lleno de sentimientos más positivos hacia su futuro cuñado de lo que nunca antes había sentido, y termina: "Te lo agradezco."

"¡Fuera!" Jiang Cheng agita a Wei Ying hasta que vuelve a su lugar al lado de Lan Zhan, frunciendo el ceño. "Tienes tus sentimientos por todas partes, es asqueroso. Solo mira la maldita carpeta y dime lo que piensas".

"¡Yo también te quiero, didi!" Wei Ying chirría, y cuando sus ojos vuelven a la página, Lan Zhan capta la cara de Jiang Cheng cuando se vuelve suave y cariñosa. Así, entiende con claridad, es como Jiang Cheng muestra su afecto, con capítulos casi organizados y descripciones concisas. Lo entiende, piensa Lan Zhan, y le dedica a Jiang Cheng un asentimiento.

"¡Oh, mierda!" dice Wei Ying, tirando de la manga de Lan Zhan. "¡Cariño! ¡Podríamos casarnos en una sala de juegos de láser!"

"¿Por qué hice esto?", pregunta Jiang Cheng al cielo con tristeza, y Lan Zhan ahoga su sonrisa.

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