Amor por siempre

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Regresaron a la ciudad que los vio nacer, como acordaron, comenzaron a vivir juntos. Joey llevó sus pocas pertenencias a la gran mansión Kaiba, pero se negó a trabajar de nuevo en el Corporativo, pues no le había gustado ese ambiente, a diferencia del pasado, Seto aceptó sin imponer su caprichosa voluntad, como fue su costumbre en el pasado

Comenzaron una linda vida juntos, aunque se amaban profundamente, Kaiba no era en exceso expresivo o emocional, pero Joey lo conocía, sabía que no podía pedirle peras al olmo, además se llevaban muy bien

Poco después de mudarse juntos, Mokuba llegó de visita y le tuvieron que explicar todo lo que había sucedido, como esperaba Seto, su hermanito no se lo tomó a mal, además que a él siempre le había caído bien el rubio.

Una tarde tuvieron una visita especial, eran Tristan y Serenity, que aún seguían siendo esposos, aunque su amigo no estaba muy de acuerdo con esa relación, su hermana sí

—Nos honraría que te quedes unos días más —dijo Kaiba cuando el matrimonio anunció que se marcharía al día siguiente— Bueno, ambos —miró al esposo de la chica, que no le caía muy bien

—Gracias pero tenemos muchos asuntos pendientes —sonrió amablemente— Hermano, no sabes lo feliz que soy de verte tan enamorado

—¿Cuál tan enamorado? —preguntó todo sonrojado— Solo un poquito —aclaró muy avergonzado

—Lo que tu digas —lanzó una risita traviesa— Gracias por hacer feliz a mi hermano

—Es un placer —lo miró amorosamente.

Al día siguiente la pareja de esposos se marchó como lo prometieron, volviéndose a quedar solos, salvo algunos sirvientes que estaban ahí veinticuatro horas, pero no solían andar por los pasillos muy de noche, pues se retiraban a dormir

—¿Qué te parece si hacemos un viaje? —preguntó Kaiba a Wheeler un día

—Dijiste que había mucho trabajo

—Pero puedo hacerlo a distancia —respondió con desinterés

—¿Y dónde se te ocurre?

—¿Qué tal Italia? ¿conoces?

—¿Te burlas de mí? No he salido nunca de Japón... bueno, fuimos a Egipto, ya recordé —rascó su cabeza avergonzado— Pero no era un viaje de placer

—Entonces será Italia, te encantará

—Claro —emocionado por su verdadero primer viaje internacional, Joey se lanzó a los brazos de Seto y lo llenó de besos.

Pasaron los días y fueron por fin a Italia, desde el primer momento Joey quedó todo fascinado por lo que veía, una ciudad clásica y colorida, con gente cálida y fraternal, estaba totalmente enamorado de ese país

En la noche fueron a un restaurante tradicional, de esos que preparan su propia pasta y pan de horno para acompañar. Joey comió como desquiciado, nunca había probado tales manjares

Al terminar de ahí fueron a caminar por una de las lindas calles tradicionales, aunque no podían tomarse las manos con naturalidad, ni mostrarse afecto

Mientras andaban, dos chicas que iban juntas y parecían amigas se acercaron a ellos, de forma coqueta, eran italianas, Seto hablaba el idioma, pero Joey no

—Hola —saludaron hacia ellos, en italiano

—¿Qué quieren? —preguntó no muy amable

—Nos preguntábamos si querían pasear con nosotras —animadas soltaron una risita— Se ven tan solos

—No lo estamos —dijo enojado

—¿Qué sucede? —cuestionó en japonés el rubio

—Nos invitan a ir con ellas

—Ah, que galanes somos —dijo divertido

—Lo siento señoritas, pero él y yo —estiró la mano y sujetó la de Joey—Somos pareja

—Ay —lamentó una de ellas— Son gays

—Eso sí lo entendí —rio divertido Joey— No somos gays realmente, solo nos amamos, yo no tengo ojos para otro hombre —miró hacia su pareja

—Vámonos —apretó su mano y ni siquiera volteó a ver de nuevo a las chicas

Joey en cambio, mientras era llevado por su novio, giró un poco el cuerpo hacia atrás y se despidió con la mano del par de amigas. Regresaron al Hotel donde se estaban hospedando, después de hacer el amor se quedaron en la cama un rato, despiertos

—¿Es verdad lo que dijiste? Que solo tienes ojos para mí —preguntó Kaiba

—Claro que sí —confirmó sonriente— ¿Y tú?

—Nunca antes en mi vida me enamoré ¿tú que crees?

—Creo que eres el más guapo del mundo —lo abrazó con fuerza, ese día especialmente estaba muy contento

—Es bueno que lo admitas —bromeó Seto, tan serio que, si Joey no lo conociera, creería que lo decía de verdad

—¿Quién lo diría? —analizó el rubio— Hace tiempo no te soportaba, en verdad

—Era mutuo —admitió

—Ahora no sé qué haría sin ti

Se miraron mutuamente antes de compartir un romántico y largo beso. Ninguno de los dos se había enamorado antes del otro, ahora después de muchas dificultades estaban por fin juntos y no se pensaban separar nunca.

FIN

Hola!!! Llegó el final de esta historia, espero les haya gustado, déjenme sus comentarios por favor, los te quiero mucho ♥

Hasta que me olvidesWhere stories live. Discover now