I {Comienzo de las clases.}

2K 152 29
                                    

Los labios del castaño formaron una fina línea. Estaba muy concentrado en la ecuación de estaba haciendo que se sobresaltó al ver una cosa pequeña pasar frente suyo y golpear su mano izquierda.

Era un papel, un pequeño papel doblado. Lo tomó y desdobló, para luego leer lo que decía.

“Eu, sabes que le pasó a Armin y Alexy?”

Levantó su mirada y se fijó quien pudo habérselo enviado, en ese momento Sucrette levantó su mirada y lo observó, ladeó su cabeza y dirigió su mirada hacia el papel que él tenía entre sus dedos. El castaño entendió que había sido ella, así que rápidamente garabateó algo sobre el otro lado del papel.

“Te digo después”

Cuando terminó de escribir, observó al profesor, al ver que estaba distraído tiró rápidamente el papel hacia la peliverde. Luego de ello se propuso permanecer concentrado en aquella maldita ecuación que tanto le costaba.

El tiempo pasó y cuando se quiso dar cuenta el timbre tocó. Su profesor pidió sus trabajos, de quince ecuaciones había hecho siete y rogaba que no le pusiera nota esta vez o decir que estaría jodido, sería poco.

Tomó sus cosas y salió, tenía pensado ir al patio y quedarse allí hasta que tocara el timbre nuevamente, sin embargo, un pequeño cuerpo se interpuso en su camino, provocando que frenara para no chocarse.

–¿Sabes que les pasó? Porque a mí no me dijeron nada..., y eso es extraño –preguntó Sucrette. El castaño tardó unos breves segundos en entender a lo que ella hacía referencia.

–Alexy me dijo que llegaría tarde porque Armin no se siente bien… ¡mierda! ¡Se lo tendría que haber dicho al profesor! –se dispuso a voltear para ir a avisarle, pero Sucrette lo tomó por la camisa.

–Te apuesto a que ni se dio cuenta de que faltaban dos alumnos, no tomó lista –luego de soltarlo la peliverde se encogió de hombros y Kentin mordió el interior de su mejilla. Tenía razón –. ¿A dónde vas?

–Pensaba ir al patio, no sé, a comer algo o simplemente estar ahí.

–Oh, bueno, iría contigo, pero quedé en ayudar a Melody –al nombrar a la castaña puso sus ojos en blanco y Kentin negó divertido–. Bueno, supongo que nos vemos en un rato –se despidió con un movimiento de mano y fue caminando por el pasillo de la escuela.

El castaño retomó su camino y finalmente salió, buscó con su mirada algún lugar vacío y encontró una banca al lado de un árbol, no había nadie así que se sentó en ella y bufó. No había traído dinero y tampoco había tomado nada de comida de su casa porque salió “apurado”.

–Mierda… –gruñó.

Dejó reposar sus codos sobre sus rodillas y apoyó su rostro sobre sus manos. Su vista quedó fija en el suelo. ¿Qué iba a hacer? No era como si no fuera sociable, pero las personas con las que solía pasar tiempo –Armin, Alexy y Sucrette– no estaban en ese momento. En el caso se Su, ella estaba ocupada porque había dicho que iba a ir a ayudar a Melody y Alexy estaba con Armin, quien estaba enfermo…, bueno, no era que estaba enfermo, no se sentía bien.

En fin, se estaba aburriendo y su celular no tenía mucha batería porque había olvidado cargarlo.

–¡Kentin! –una voz lo sacó se su trance y se sentó derecho, buscando a quien lo había llamado. No muchos segundos después apareció Alexy frente a él, sonriente.

–Hola –sonrió de lado el castaño, se hizo a un lado y Alexy se sentó junto a él –. ¿Todo bien?

–Sip –asintió e hizo énfasis en la “p”.

De diecisiete a másTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang