VIERNES EN LA TARDE.
-dime que ya si puedo hablar contigo Madi.
-Pues si-su respuesta no fue del todo certera para mí pero aun así me decidí.
-Mira Madi de que no nos escondemos nada, y perdona si a hora lo hago pero son por razones ultra personarles.
-¿ultra personales? Por dios ¿ultra personales?
-Madi, mire en verdad no quiero que esto termine de esta manera, tengo secretos que en verdad nadie lo debe de saber Madi y cuando digo nadie es nadie ¿Lo entiendes?
Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y de un abrir y cerrar de ojos me abrazo.
-no entiendo nada ________, no te entiendo ni a ti, pero te extraño amiga.
Sin importarme la abrase de nuevo.
-Créeme que yo también te extrañe más de lo que te imaginas ¿Helado este fin de semana?
-Me parece perfecto-seco sus lágrimas y me miro-tengo que irme no he comido nada en este descanso, no vemos luego.
Me despedí de ella y me centre en encontrar a V.
En una de las bancas algo raro me pareció ver, lo notaba un poco inquieto.
-Hola-dije sentándome al lado de él.
Se paró y me ignoro completamente.
-Oye ¡V!-lo detuve-¿pasa algo?-lo obligue a virarse hacia a mí.
Me dedico una mirada que no supe como interpretar, si como ira, odio o tristeza.
-Déjame en paz ___________.
-¿es una broma verdad?-la mire extrañada-¿Qué tienes?
-¡Tu! Eso tengo, aléjate ¿puedes por lo menos interpretar eso? Vete.
Mi mirada se nublo mientras veía la silueta de V marcharse lejos de donde me encontraba ¿Qué acababa de pasar? ¿Qué fue eso?
Me derrumbe en el césped encima de las rodillas tratando de algún modo interpretar lo sucedido, pero mi mente se llenó de una sola palabra que había dicho V cruel mente, VETE una y otra vez esa palabra resonaba en mi cabeza.
