Plan para un beso |¦ FuyuBaji

01 - Única parte

El día del Pocky, una celebración japonesa en donde aquellos palitos de galleta cubiertos se llevan la atención de las personas.

Esta celebración es llevada a cabo el 11 de noviembre (11/11), ¿por qué? La razón es muy simple, todo es debido a que los palitos tienen cierta semejanza con el número 1.

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Chifuyu hace poco logró confesarse por fin a la persona de la cual siempre estuvo enamorado, llevándose la gran fortuna de que era correspondido.

Baji era esa persona que hacía saltar su corazón enamorado cada vez que lo veía.

Después de la confesión, el tipo de relación que llevaban fue dando paso a algo más que una simple amistad entre ellos. Su amistad no cambió demasiado, seguían siendo los mismos de siempre, solo ahora agregándole el hecho de que se daban una que otra muestra de afecto.

Es por esa misma razón que el rubio quería aprovechar la ocasión. Tenía un sencillo plan, este consistía en invitar a su ahora ¿pareja? a jugar el famoso juego del Pocky, en donde las probabilidades de terminar con un beso eran muy altas.

Había invitado al azabache a su hogar con la excusa de que quería mostrarle un manga nuevo que había conseguido.

Ahora que se encontraban en su habitación iba a poner en marcha el plan —Baji-San, iré a buscar algún bocadillo para que podamos pasar el rato, ¿le parece bien?—

El más alto asintió mientras sonreía y se sentaba en la cama del rubio
—¿Cuántas veces tengo que decirte que no es necesario tanto formalismo al hablarme?— soltó una pequeña risa.

Era verdad que tenía rato diciéndole eso, pero para Chifuyu era simplemente algo complicado el evitarlo, por lo que sus mejillas se sonrojaron y se disculpó para después salir de la habitación.

Se dirigió a la cocina y se puso a buscar, encontró “casualmente” unos paquetitos de Pocky sabor chocolate, por lo que decidió tomar uno.

Caminó a su habitación mientras se mentalizaba para lo que pasaría a continuación.

Tomó la perilla de la puerta y dio una gran bocanada de aire antes de girarla —Encontré estos Pocky de chocolate—le extendió el paquete con los dulces al pelinegro —Quizá nosotros podamos…—

Antes de poder terminar la frase, Baji se le adelantó y sacó todos los dulces en forma de palito para después romperlos por la mitad.

—Disculpa, ¿decías algo?— le extendió una de las partes al atónito rubio que lo miraba.

Después de mirar los palitos fijamente unos segundos parpadeó —Decía que por ser el día del Pocky quizá nosotros podamos jugar el juego del dulce…— sintió su cara un poco caliente después de decir eso, y ahora la vergüenza le invadía.

—Oh…— el pelinegro volvió su mirada hacia los palitos partidos a la mitad que se encontraban en su mano —¿Crees que importe mucho que estén partidos?—

Chifuyu levantó rápidamente la cabeza al no escuchar una respuesta negativa a su propuesta, por lo que negó rápidamente con una pequeña sonrisa —No, no creo que afecte—

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Bueno, ahora que se encontraban en posición no sabía que hacer, vio como el azabache enfrente suyo tomó la iniciativa y comenzaba a morder el dulce acercándose, por lo que decidió hacer lo mismo.

Como el palito era más corto de lo normal no tardaría mucho en llegar a los labios del otro, por lo que cerró lo ojos esperando a que llegara el momento.

Momento el cual no se hizo esperar, porque tras unos segundos pudo sentir el leve rose de unos labios contra los suyos que no duró mucho.

Al abrir los ojos pudo encontrarse un Baji con las mejillas levemente sonrojadas que lo miraba.

—¿Quieres volver a jugar?— dijo casi susurrando el de ojos más oscuros mientras tomaba otro palito dulce.

—Ya no veo necesario el juego—Chifuyu no sabe cómo ni de dónde sacó el valor para pasar su brazo por la cintura del azabache atrayéndolo hacia él logrando atrapar sus labios con los suyos en un beso.

Ya no era necesario usar el juego como excusa, había logrado su cometido.