FINAL: la mañana de navidad

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capítulo diez

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capítulo diez

La mañana de navidad había llegado. Las sobras de la cena giraban dentro del microondas mientras en cada hogar del pequeño pueblo, decenas de papeles de regalo eran destrozados con emoción.

Por un momento a Joe le parecía volver a ser un adolescente. Con su pijama a cuadros, parado al inicio de la escalera, escuchando los planes de papá y mamá en secreto para después deslizarse por el barandal.

—¿Cuál de todos esos es para mí? —preguntó señalando las cajas de regalos bajo el árbol.

—No deberías tener ninguno, pero es tarde para eso —dijo su madre—. Todos los de envoltura celeste son tuyos.

Sonrió y después de abrazar a su mamá, se sentó junto a sus sobrinas a desenvolver los regalos con su ayuda. De todos los pares de calcetines, suéteres y bufandas tejidas a mano por sus abuelas una pequeña caja le esperaba al fondo del árbol.

La pequeña Kat le tendió la caja.

Tuvo una ligera de lo que podía ser en cuanto sacudió la caja. Echó un rápido vistazo a su padre, quien le dio una expresión en blanco. Le echó otro vistazo a Brandon quien se encogió de hombros.

No tenía que hacer la pregunta en voz alta para saber la respuesta. Le sonrió a Brandon, como un niño alegre y hermano asintió con la misma sonrisa.

Abrió la caja, encontrando los juegos de llaves pertenecientes al local frente a la plaza.

—Tienes un buen sueño y quitarte eso no me hará más feliz a mí —Brandon se sentó junto a él—. Tengo recursos para alquilar un lugar distinto, tú no.

Joe frunció el ceño, de pronto confunfido.

—¿Gracias?

—Me refiero a que era egoísta arrebatarte esto —se explica, riendo—. Perdón, jamás me dincuenta de que... Bueno, es mentira, sí sabía, pero el punto es que lo siento mucho. No lo hacía para quitarte las cosas, es solo solo que siempre has sido talentoso con todo aquello que tocas y el que estaba envidioso era yo. Solo quería ser mejor que tú.

Joe asintió, buscando desde el fondo de su corazón perdonar a su hermano.

—Ahora sabes que eso no es posible —presumió, bromeando.

Brandon le empujó suavemente a la par que rodaba los ojos.

—Será un buen pollo frito gourmet —rió, apoyando a su hermano menor—. Será un buen lugar y si te está faltando presupuesto puedo ayudarte con eso...

Joe lo pensó un momento.

—Podrías ayudarme de otra forma de hecho —señaló, pensativo.

—No seré mesero.

—No, no, no es eso —negó entre risas—¿Aún hablas con ese contacto que tenias en Seven? —preguntó.

—¿La editorial? Sí, aún hablo seguido con Aaron —asintió— ¿Por qué?

Un Esposo Para NavidadWhere stories live. Discover now