New Hope ↔ Min Yoongi [MO#3]✔️ ✔️

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SunHee.

—Y Yoongi nos golpeó con ese bate que ves, pero no era nuestra culpa, nosotros realmente perdimos su teléfono, pero solo estaba en el trasero de Jin —explicaba Jackson. Mientras reíamos de sus anécdotas, Yoongi se estaba encargando de la comida.

En sí, ambos estábamos haciendo de comer juntos, pero me dijo que disfutrara de la platica, y estoy acá con todos sus amigos, todos tienen el suéter que mi abuelo y ho hicimos, casi se queda Iseul sin suéter y por poco, golpea a Jackson para agarrar el suéter que aquel chico musculoso tenia en sus manos, pero mi abuelo traía otro, salvo el día.

Yoongi simulaba no querer ponerse el suéter, pero al ver que tenía el rostro de Molly bordado con un gorro de navidad, se lo puso.

—Joder, mi mano, maldito fuego, me arde —Yoongi se queja desde la cocina y voy rápido a ver que ha pasado.

—¿Estás bien? —preguntó entrando a la cocina, Yoongi estaba agarrando su mano—. Déjame ver —me acercó para mirar.

Pero me sorprende dándome un beso rápidamente en mis labios y al sentir sus manos engancharse en mi cintura.

—Lo siento es que verte con el cabello trenzado, tus botas blancas, tu pantalón negro y tu abrigo blanco, me hizo sentir una gran necesidad de besarte, que guapa mujer eres —canturrea apretando mi cintura.

Mis mejillas se sienten calientes, queiro tomar también las riendas de la coquetería, pero Yoongi es hábil.

—Min Yoongi —reclamo mientras una pequeña sonrisa sale de mis labios.

Yoongi es genial, se la pasa dándome abrazos y besos parece un chicle, un chicle muy bonito.

Sus besos son tiernos, aunque tengo que admitir que hay veces donde sus labios y acaricias me hacen sentir tan tímida, intimidada, sería más bien, me gusta, pero me asusta, mi estómago siente burbujas.

—Mi pequeña mariposa —musita tomando mi rostro con ambas manos.

Mis mejillas están siendo apachurradas, y eso me hace reír.

—Yoongi, he pensado acerca de mi profesión —confieso, pues es una decisión que me ha costado—. Estar en esta provincia, realmente me encanta, aquí crecí, pero me trae tantos recuerdos, me hace sentir que nunca avanzare, quiero ir a Seul, aunque eso será en más tiempo, aun tengo que vender la casa.

—SunHee, eso es muy valiente, me alegra que me confíes esto.

Los ojos de Yoongi me hacen sentir mucha esperanza, ilusión y cariño, sus brillantes orbes me hacen sentir vulnerable, y a la vez reconfortada.

—¡Ya queremos comer! —exclama Hoseok poniendo la mesa junto a mi abuelo.

Ambos se llevan bien, están haciendo complot para ganarle a Yoongi en ajedrez, les gusta molestar a mi novio... A mi también, es divertido y lindo ver como sus mofles enrojecen y sus labios se abultan.