¶=Al bailar contemplo penas ajenas, remordimientos y sentimientos impropios, venganzas del pasado y sufrimientos del futuro. Al parecer solo me queda terminar el baile y acatar tu apacible vista.
¶=Porqué la mirada miel y verde de nuestros ojos se...
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"Ahora estamos aquí, de nuevo, recordando todo muy bien."
***
Después de la maravillosa comida del banquete de ese primero de septiembre todos los estudiantes se encontraban ya en sus respectivas habitaciones, junto con sus nuevos compañeros, juntos en una habitación donde durarían toda su estadía en esa maravillosa escuela de magia.
—Marie...
—Si, ¿qué sucede Alexandra?
—Recuerda, solo llamame Alex, o Alexa, o Lexie, o Lex, o...
—¡Bien! ¿Si Lexie? ¿Qué necesitas?
—Puedo... ¿puedo dormir contigo? No me gusta dormir sola.
—Claro, ven.
—Gracias.
Hubo unos segundos de silencio, un momento donde todo parecía tranquilo, aunque ese segundo no duró mucho tiempo más.
Derrepente se escuchó una gran explosión.
Eso hizo que la rubia se levantará inmediatamente.
—¡Lexie! ¡Lexie!
—¡Ah! ¿Qué sucede?
—¿No escuchaste? Un ruido muy fuerte...
—No Marie, no escuche nada.
La ojiverde miró confundida a su amiga unos segundos antes de pararse de la cama y ponerse sus zapatos.
La ojiazul para ese momento había vuelto a cerrar sus ojos y ahora babeaba encima de la almohada.
La ojiverde solo le puso la manta encima y salió de la habitación.
Cuando la niña llegó a la sala común de los leones se dio cuenta que no había nadie, ni un alma se encontraba ahí. Sólo cosas, solo objetos, nada más.
Derrepente la niña sintió como algo se movió lo que hizo que mirará de inmediato, sus ojos se mantuvieron fijos y atentos. Pero solo había sido una pelota de papel que se cayó de una de las mesitas.
Parpadeó varias veces para luego volverse y subir las escaleras.
—Wow.
—Ay, ¡por merlín! ¡Lexie me matarás de un buen susto!
—Tus, ¡tus ojos! Eran morados, no, violetas, un gran tipo de violeta.
—Ah, eso. Si, es una cosa familiar.
—¿Es una cosa familiar tener los ojos violetas?
—No, es una cosa de familia no ser normales.
—¿Y a quién le importa lo normal? Cuéntame más, por favor.
