Gemelos Wolfhard || Finn Wolfhard ||

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖

Había pasado el día entero junto a Finn, ya que tenemos las misma clases, y bueno, estuvimos callados por más de dos horas en detención.

Ahora mismo estaba mirando la televisión, debatiendome si debía ir a esa fiesta, mi padre me dejó pero simplemente no tenía ánimos. Mire la hora, marcaban las cinco de la tarde.

Aun quedaban dos horas.

Apague la televisión y tome el teléfono para marcar a Finn, por lo menos para no hacerlo esperar es lo mejor ¿No?.

El sonido del teléfono comenzó a sonar por algunos segundos, hasta que alguien contesto. Mi corazón latió con rapidez, y me sentí helada por un momento.

— ¿Finn?.

— Él habla — menciono por la otra línea.

— Yo, soy _________. Solo para avisarte que — apreté mis labios — No iré a la fiesta.

No se escucho nada, mis nerviosas aumentaban estaba esperando una respuesta pero simplemente no respondió.

— Finn ¿Sigues ahí?.

— Si, estoy buscando las llaves del auto. Espera.

—¿Que?¿Del auto? — me alarme un poco — ¿Para que?.

— Iré por ti, estaré en tu casa en diez minutos.

Antes de poder decir algo colgó, me quedé con la boca abierta, completamente indignada. ¿Como fui tan estúpida para decirle a Finn eso?. Se como es él, y ahora me hará ir a la fiesta si o si.

Me acerque al armario, el cual no tenía tantas cosas, no era mucho de elegir lo mejor para vestirme. Muy pocas veces salía de compras, y no era como si me importara mucho.

Tome una camiseta junto a unos jeans de mezclilla, y una chaqueta. Los deje sobre la cama para después meterme a la ducha.

Bien, si, iré a esa fiesta. ¡Solo por una hora! Y Finn tendrá que entender eso.

Me encontraba cepillando mi cabello aun algo húmedo, frente al espejo. Bien, no me miraba nada mal.

— ¡Cariño, Finn esta aquí!.

Escuche la voz de mi padre desde el piso de abajo, yo me quedé callada estaba apunto de bajar pero Finn ya estaba por entrar a mi habitación.

Sonrió de lado — Creí que no ibas a ir.

— Tu no me habrías dejando en paz. Además tengo una condición.

—¿Cual?.

— Solo estaré contigo una hora, después de eso me largo.

— Trato.

...

Por un momento pensé que las fiestas de preparatoria serían mejores, pero realmente no lo son. Sólo son un grupo de personas bebiendo y hablando entre ellas con música de fondo.

Tal vez aún es demasiado temprano.

Finn no dejaba de hablar con una de sus amigas, realmente me sentía algo molesta, digo... Élme trajo aquí, no puede solo dejarme botada. No conozco a nadie, y no es como si quiera conocerlos.

Poco a poco las personas fueron llegando, ya no eran el grupo de diez personas hablando tranquilamente, ahora eran adolescentes extremadamente borrachos, gritando mientras hablaban ya que la música era demasiada alta y ellos demasiado ebrios para distinguir una palabra de otra.