Günther | YK

⭐05❄️

NamJoon no había podido dormir bien aquella noche. Cuando su alarma sonó más temprano de lo usual para empezar a empacar todo e irse temprano de esa casa, seguía bastante cansado, sus ojos ardían y su cabeza dolía por haberse quedado despierto hasta tarde pensando en cómo hacer para convencer al ser pálido que habitaba en aquella casa de que les diera otra oportunidad y que al final todo apuntara a que era mejor irse. Por otra parte JiMin seguía bastante preocupado, no había querido despertar a sus amigos nuevamente luego de escuchar a YoonGi hablar con alguien más por lo que ahora cargaba sólo con la sensación de que estaba siendo cómplice de algún acto de secuestro.

Cuando al fin estaban todos listos para irse, con las maletas preparadas y los estómagos vacíos, bajaron para desayunar donde se encontraron con el famoso rey de la penumbra, cocinando a fuego lento antes de servir a todos y cada uno de los amigos. JiMin mantenía su mirada fija y desconfiada sobre aquel hombre mientras desayunaba, obteniendo una mirada asesina de parte de él que lo hizo tener un escalofrío y sentirse diminuto e insignificante, pero aún así, no desistió.

— Les tengo buenas noticias —. Habló el más pálido recorriendo a sus invitados con la mirada de desprecio más grande que pudo —. Lo he pensado un poco y, supongo que no es tan grave lo que pasó anoche, creo que podría darles una última oportunidad aquí, pero ésta vez será mejor que no lo arruinen.

Fue directo hasta el de menor estatura, mirándolo desafiante antes de retirarse sin esperar a que NamJoon saliera de su estado de shock momentáneo y le agradeciera.

JiMin se había quedado callado y quieto desde entonces. NamJoon a la más mínima sospecha de que alguien haría algo lo detenía. YoonGi mantenía su perfil tétrico e intimidante sobre todo con el de menor estatura. Y TaeHyung seguía a JiMin a todas partes para poder animarlo e intentar hacerlo hablar sobre lo que le pasaba.

Así pasaron los días. JiMin se negaba a hablar sobre lo ocurrido con TaeHyung y NamJoon seguía siendo cuidadoso con cualquier movimiento de sus amigos. No fue hasta que el de menor estatura volvió a notar como YoonGi hablaba con alguien a lo lejos, por las habitaciones de la derecha, que no pudo resistirse más a contarle todas sus sospechas a Tae cuando la noche llegó.

Esa misma noche, mientras todos dormían, tanto Tae como JiMin se escaparon directo a la habitación de su tercer secuaz: HoSeok, quién los había escuchado esa tarde mientras planeaban reunirse.

— ¿Y bien?

— ¿Qué pasó esa noche que no sepa ya?

— Regresé y escuché a ese hombre hablar con alguien, creo que sé lo que ocurre.

HoSeok en su cama se mantenía cubierto casi en su totalidad por una manta mientras Tae estaba sentado en el piso frente a la cama; ambos completamente atentos a la persona frente a ellos quien caminaba en círculos uniendo los últimos puntos del caso.

— ¿Ustedes creen en vampiros?

— No.

— Sí.

— Pues tendrás que creer, Tae, porque tengo la sospecha de que ese hombre es un vampiro y antes de que digas nada, te daré pruebas —. Tomó aire viendo a sus amigos antes de relamer sus labios para continuar —. A los vampiros no los puede tocar el sol y la regla principal de ésta casa es no abrir las ventanas jamás, su piel es muy pálida, se nota que no le ha dado el sol en mucho tiempo.

— Puede ser que solo no le guste y ya.

— ¿A ese extremo?

— Es su casa, puede ir a los extremos que se le plazca, además, genio, lo he visto salir a comprar cosas para comer; si le puede dar el sol, no se derrite ni nada.

— Okey, sí, quizá, pero no puede darle por mucho tiempo, quizá es uno de esos vampiros que puede darles el sol pero no demasiado, lo leí en un libro, por eso va en su auto y regresa en 15 minutos.

— Sabes que es una teoría improbable.

— Espera, tengo una prueba más.

— ¿Cuál? ¿que vuela por la ventana? ¿que sus colmillos son poco visibles porque no sonríe?

— No, es obvio que no sonríe porque no quiere mostrar sus colmillos. Realmente, ¿por qué no nos quiere afuera tan tarde? ¿será porque duerme en serio?

— Pues sí.

— ¡No! es porque no quiere que veamos cuando sale de noche a obtener más sangre.

— ¿Pruebas? nos lo hemos topado varias veces en las noches.

— Bueno, pero...¡Las puertas! nos pide cerrarlas con llave, ¿qué tal que nos está encerrando en éstas habitaciones para, cuando llegue el momento, comernos?

— Las puertas si se azotan.

— ¡Ese es otro misterio! hace mucho frío aquí y él no parece sentirlo, ¿será porque en realidad ya está muerto?

— ¡Estamos en medio de un bosque! quién sabe cuánto tiempo ha estado viviendo aquí, probablemente ya está acostumbrado.

— ¡Y ese es otro misterio! ¿por qué vive hasta acá en ésta casa más vieja que la reina de Inglaterra? ¿no será que hace siglos lo corrieron de la civilización por devorar a un pueblo y ahora vive acá para cazar animales sin que nadie se entere y hace que personas como nosotros vengamos para comernos también?

— Chicos —. Interrumpió HoSeok en su cama antes de que Tae contestara —. Me están asustando...¿realmente nos van a comer? ¿es un vampiro maligno? ¿no es amigable como los de las películas?

— Mira lo que hiciste, ya asustaste a Hobi hyung —. Regañó TaeHyung mientras se levantaba a abrazar al ya mencionado —. No nos comerán, Jin hyung dice que los vampiros no existen y Nam hyung también.

— Tengo una última prueba.

— Es suficiente, no puedes probar nada.

— Esta es mejor —. Sus dos amigos se quedaron callados mientras lo veían, Tae con una pequeña mueca —. Jamás lo he visto comer.

— ¿Y eso qué? puede que coma cuando no estamos, siempre salimos al lago.

— Déjame terminar. Creo que tiene a alguien más aquí, alguien a quien hemos escuchado, para poder alimentarse cada que se le da la gana, no está muerto porque lo mantiene vivo para seguir alimentandose; esa es la razón por la que no lo conocemos, ese chico está débil en una de las habitaciones de por la derecha y ese hombre le impide salir por lo que solo lo escuchamos cuando se escapó, pero no llegó a nosotros porque lo retuvo. Lo mantiene creyendo que tienen una relación especial para que no grite por ayuda, pero en realidad solo se alimenta de él.

— ¿A dónde quieres llegar?

— ¿Qué tal que ese chico llegó hasta aquí como nosotros? buscando un lugar para hospedarse por un tiempo, ¿qué tal que nos espera el mismo destino que a él?