♡: [ 𝘽𝙖𝙗𝙮 𝙆𝙞𝙩𝙩𝙮 ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸 𖡄

12

— ¡Dos meses más, solo dos!

El gatito de cabellos turquesa dio unos saltitos de alegría, solamente dos meses más para conocer a la bolita de amor que crecía en su vientre.

— Tu pancita parece una naranja.

Jisung soltó una risita, mientras abrazaba a su gatito híbrido por su espalda, este soltó fuertes risas al oír el comentario de su esposo.

— Es cierto, cielito está muy grandecito.

El castaño soltó una risita, mientras besaba la carita de su lindo esposo, este solo reía.

— Sunggie... ¿Y si le enseñamos a cielito lo que papi Hannie y mami Honnie hicieron para crearlo? — Minho pasó sus manitos lentamente por el pecho y los labios de su esposo.

— Mmh... Honnie, cielito puede lastimarse — Jisung pasó sus manos por la cintura de su esposo — ¿crees que sea conveniente?

— Sí~, mami Honnie lo necesita — Minho aferró sus brazos al cuello de su esposo, mientras este sostenía fuertemente su cintura.

— Está bien. Mami Honnie, sus deseos son ordenes — Jisung empezó a besar el cuello de su gatito, mientras este soltaba jadeos agudos y suaves.

Prontamente, una tensión se empezó a sentir entre los dos cuerpos, así que el menor alzó a su bello marido en sus brazos y caminó a su habitación, gruñendo ya que el pequeño bebé le sumaba mucho peso.

Han lo dejó en la cama, viéndolo sonreír y acomodarse para poder quitar su camiseta blanca, dejando ver su vientre lleno.

El menor sonrió al ver la pancita del híbrido donde se hallaba su lindo hijo, y fue a dejar besos dulces allí, mimándolo.

— Mi bebé~ — el más bajo soltó una risa y acarició su vientre abultado, pensando en esa bella criatura que vivía y se iba formando allí lentamente — ¿me escuchas?, ¿escuchas a papá?

— Está feliz de escucharte — comentó mientras sentía que su hijo se movía en su interior, dando vueltas y vueltas de la alegría.

— ¿Mi niño está alegre, uh? — Inquirió mientras pegaba su rostro al vientre de su cónyuge y sonreía al percibir que la personita adentro seguía moviéndose — ¿y mamá?, ¿mamá está feliz?

Levantó su mirada al mayor, quien se reía por la suavidad que en ese momento apoderaba a su marido.

— Más que feliz, mi vida.

— Viendo tu fuerte nivel de alegría y energía — el más alto subió para ponerse entre las piernas de su esposo — voy a proceder, cariño.

El peliturquesa alzó sus cejas y mordió sus labios, recibiendo al castaño para que pudiera dejar besos en su cuello gustosamente.