Por primera vez en mi vida no supe cómo actuar, no sabía que decir o pensar, una extraña mezcla de ira, confusión y excitación se apoderaron de mi cuerpo dejándome totalmente patidifuso. Quería gritarle, despedirlo, pero había algo en su mirada tan confundida como la mía, en su cuerpo, algo que sin poder explicar calmaba a todos mis demonios dejandome ante él como un niño en su primer día de clases.
No podía creerlo, mi jefe, ese cretino mal educado , era el mismo dulce y valiente joven que intervino en mi ayuda, que debía hacer? Mi mente no repondría y mi boca no formulaba palabras, solo mis ojos respondían normalmente y no era sino más que para perderme en el azul de su mirada.
- Tu?-, Steven rompió el hielo, - tu eres el inútil e inexperto empleado que además de no traer lo que pido cuando lo pido, se atrevió a interrumpir una importante y privada reunión?-, no sabía cómo contestar, claramente el valiente y noble chico ya no estaba.
Deje que mi ego y mi orgullo jugaran en mi defensa otra vez, supongo que eso hacía, dejaba salir mi lado más podrido ante cualquier situación que me generaba debilidad, en otras palabras, fui un cretino.
- Debería de despedirte, de arruinar tu carrera, eso es lo mínimo que mereces-, Claramente este sujeto no era menos de lo que me habían dicho , - Perdóneme usted, pero si no tengo mal entendido al único que debo rendir cuentas es a su padre-, -Como te atreves? Acaso no tienes idea de quién soy yo?, de lo que mi nombre representa?-, -Si ya veo que es otro nene de papá que se escuda tras su vanidad y su dinero-, las palabras de aquel joven me dieron en lo más profundo de mi ser, otra vez perdí el habla.
Todos tenemos un talón de Aquiles y al parecer ese era el de Steven, el hecho de que alguien le digiera sus verdades lo volvía débil, me aproveche de eso. – que se siente saber que sin su apellido de nada serviría en la vida?, que se siente ser temido y odiado?- pare al ver su palidez, me sentí culpable.
- Pasa con Nancy a las seis, ella te entregará tu cheque de liquidación-, - que?! Ósea que…-, -sí, estas despedido-, ahora era yo el pálido. Salí de la oficina y mi cara me delato, Nancy me miro preocupada, pero aunque sus labios se movían, yo no oía mas que mi propia voz, repitiendo una y otra vez : se acabo., todo por lo que había luchado, la beca, la oportunidad de crecer, todo se derrumbaba por mi insolencia, y ahora una tormenta de preguntas se habría ante mi ¿ qué haría con mi madre y con Austin?, ¿ cómo pagaríamos la renta?,¿ qué sería de mi ahora?
Todavía no podía creerlo, porque lo había despedido?, porque me sentía tan mal?, despedir personas era algo de todos los días y hasta unas de mis actividades preferidas, no podía entender por qué me sentía como si estuviera cometiendo el peor error de mi vida.
Me recosté en mi silla, y trate de cerrar los ojos y pensar. La paz duro poco, desde la puerta, la asquerosa y falsa sonrisa de mi primo me advertía que no sería un día fácil, me incorpore y observe a Thomas entrar.
-Bueno, veo que mi visita no te es placentera querido primo, traes una cara horrenda, más que lo habitual-, -pues no, tus visitas nunca representan nada placentero o bueno, y no tengo humor así que no le des vueltas y dime qué quieres.-, -Oye no tienes que ser tan grosero Steve, solo quería informarte de la reunión del martes con los Italianos, mi tío prefiere que ya no se celebre aquí , así que tienes que estar en el Darling Harbour a las tres-.
Trate de asentir y ser lo más profesional de lo que mi día me estaba permitiendo, pero como si no fuera poco el teléfono sonó, y la fotografía se maddie se extendió en la pantalla.
Deje que la canción de cold play que me avisaba de la llamada de maddie sonara y trate de concentrarme en mi estúpido primo.
-No vas a contestar Steven?, la verdad es que no sé como Maddison te soporta, si fuera yo su novio, eso sí sería lo correcto-, - pues trágate tu sueño porque está conmigo- , -Si, claro-, Thomas arqueo una ceja, y se dispuso, por fin a salir de mi día.
Tras pasar unos minutos y asumir a lo que vendría, le devolví la llamada a maddie, el tono sonó un par de veces y la voz de una furiosa mujer salió detrás de kilómetros de distancia, -Steven! Donde se supone que estas?, acaso no prestas atención o qué?, te dije que hoy es el té con los decoradores de la boda, y además ya quede de ir a ver la iglesia, más te vale que estés en mi casa en 15 minutos Steven Brown o puedes despedirte de esta boda!-, no pude pronunciar palabra, el tono me informo que el reclamo había finalizado y como un esclavo que no conoce sus derechos, debí de aceptar los deseos de mi ama sin chistar.
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El precio de lo incorrecto
RomanceRico, atractivo y muy presumido Steven Brown esta en la cima del mundo y tan solo con 20 años este joven australiano tiene un futuro aun más brillante asegurado con su igual de bella y poderosa novia Maddison Taylor, pero mientras la vida de St...