Capítulo 7

2.2K 140 51
                                    

Ya llevaba tres esa semana. Como decíamos celia y yo: «Pim, pam». Algo rápido. ¿Cuál es el máximo de hombres con los que acostarse en siete días?

Por supuesto, siempre con protección.

Lo bueno y lo adictivo del sexo casual era que no debías preocuparte por tus inseguridades. O al menos yo no lo hacía. Ambos sabíamos a lo que íbamos, quedábamos para tomar algo rápido sin profundizar en nuestras vidas —de hecho, alguna que otra mentira solté—, y nos íbamos al lío. Cuanto menos supieran de mí y yo de ellos, mejor.

Sencillo, efectivo y, por supuesto, excitante.

A veces incluso sin llegar a su piso; teniendo sexo indebido en lugares poco comunes. Pero lo pasaba bien. ¿Y quién iba a decirme que la soltería sería tan divertida?

Y ahí estaba yo, mirándole mientras asentía con la cabeza fingiendo que me importaba lo que me explicaba. A ver, no siempre era tan sencillo. Algunos insistían en tener conversación previa, pero yo me dedicaba a mover la cabeza como si le prestara atención mientras pensaba en lo que le haría al salir por la puerta del bar.

Y este, estaba bueno que te cagas. De esos que dices, ¿Cómo puede hacerse un ser tan perfecto?

Pues ese Dios griego iba a ser mío por una noche.


***


Siempre lograba convencerme para saltarme la "dieta". Le odiaba y adoraba por ello.  Tenía esa facilidad de hacerme olvidar sobre mis preocupaciones y obsesiones con mi físico. Me hacía sentirme bien conmigo misma; a aceptarme.

Definitivamente, debía haberme echado un amigo del sexo opuesto mucho antes.

Habíamos salido a dar un paseo y terminamos comiendo algo de un puesto ambulante  mientras nos dirigíamos de vuelta a casa, andando.

—Mmm —expresé, todavía con comida en la boca—, ¿Quién crees que ganaría? En serio.

Discutíamos sobre qué vengador ganaría si tuvieran que pelear de verdad entre ellos, a muerte.

—Definitivamente Iron man —no dudó.

Reí, negando con la cabeza.

—¿En serio? ¿Antes que Thor o Vision? Definitivamente Hulk.

—Lo dices sólo porque es tu favorito.

—¿Y tú? ¿Iron man? —rebatí—. Tiene que hacerse un traje, Hulkbuster, para poder ponerse a su nivel.

—Lo que tienes es envidia porque el tuyo no vuela.

Abrí la boca, perpleja.

—¡Eso no es...!

—En absolut...

—Nedra —su voz resonó, dándome el corazón un vuelco—, ¿Eres tú?

Tan pronto alcé la vista, confirmé lo que mi mente pensó al instante:

Frank.

Tuve que parpadear por un segundo y confirmar que no estaba soñando.

Me miró con alegría, como si no nos hubiéramos visto en años. Y bueno, un año sí hacía. No volví a verle, pensando en lo afortunada que era de que Nueva York fuese tan inmensamente grande y que nunca te toparas con la misma persona dos veces.

Y bueno, lo había logrado por un año entero, al parecer.

Mi cara en ese mismo segundo debía ser un poema. Sin embargo, al siguiente, puse mi mejor expresión y le saludé:

UN TRATO Y POCO AMOR ✔ [ ¡¡EN PAPEL!!]Where stories live. Discover now