Todos conocen la historia de Percy Jackson, pero ¿porque nadie cuenta la historia de su hermana?
Kaia Jackson de dies años de edad descubre que es una semidiosa, con una profecía que la atormenta desde su nacimiento deberá salvar al mundo de distint...
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Ahí estaba otra vez, el hombre que antes era el caballo blanco aunque un poco mas distinto mas serio, mas respetable. Ahora el sabia que yo lo veía, su cara se relajo al verme, el me hizo señas para que me acercara a el, muy dudosa lo hice.
-Es un placer verte Kaia- El hombre saludo cuando estuve suficientemente cerca.
-¿Estoy soñando de nuevo? - El hombre asintió- A usted lo vi antes, justamente ayer, también era un sueño cuando lo vi.
-Lo se pequeña Kaia, me disculpo por el arrebato de violencia que tuvo el otro hombre.
-Mi madre siempre me decía que no debo habla con extraños- Le dije agachando mi cabeza.
-No soy ningún extraño- Respondió el.
-Me temo que no se su nombre.- explique
-Eso no te lo puedo decir.
-Entonces ¿Para que estoy aquí? - pregunte
-Debo advertirte que tu vida esta cambiando, Por ahora yo soy el único que se preocupa por tu bienestar, así que utiliza todo lo que sabes, desde ahora piensa en ti, concéntrate en entrenar y ser la mejor en todo lo que puedas. Vas a necesitarlo, Confía en mi Kaia.
-No estoy entendiendo nada-Le hice saber.
-Entenderás todo sobre la marcha, estoy seguro de que así será.
Estoy segura que la conversación pudo haber seguido un buen rato mas, pero de repente sentí como si me estuvieran aplastando, así que me desperté.
-¿Que rayos? - pregunte todavía medio adormilada.
-Buenos días idiotas, hora de despertar, se acabaron los días de descanso- Y ahí estaba de nuevo, la insoportable voz de la señorita leche en polvo ¿Es que acaso para ella era un pecado dejarme tranquila?
-¿Que? - Pregunto ahora mi hermano que supongo que también se había despertado gracias a Alba.
Lo próximo que ambos escuchamos fue la puerta de la habitación cerrarse indicando que alba se había ido.
-Buenos días hermanito-le salude, la verdad es que extrañaba su voz después de tres días.-¿Tienes Hambre? -Pregunte.
-La verdad es que si-el se paro de la cama chequeando la habitación— ¿Donde estamos?
-En el campamento mestizo, ya te enterarás tú solo- agarre mi ropa y me empecé a cambiar, no me importo hacerlo delante de el, es mi hermano al fin y al cabo.
—Entonces ¿Lo qué pasó si fue real? ¿Mamá murió? —Asentí lentamente mirando al piso, Percy rebotó en la cama agarrándose la cabeza. Levantó la mirada y me miró a los ojos — ¿Cuando despertaste?
—Ayer, no hice mucho, me dieron un tour y eso— El no me estaba prestando atención, miraba a las sábanas de la camilla. — Hay una playa cerca, podríamos ir a darnos un baño — Puse una mano en su hombro.
