𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐄 | Levi Ackerman

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—Ahora bien… ¿Pueden dejar de verse así?— dijo Zoe con cansancio mirando su plato vacío.

—Nadie está viendo feo a nadie.— dijo Albert sin apartar la vista de Leo.

El pelinaranja solo hizo un gesto de que no le importaba.

—Cariño ¿Por qué mejor no llevas a tus amigos a tu cuarto?

—Ese chico no entrara al cuarto de mi amada hija.— el mayor se levantó de su asiento señalando a Leo. —Tú sí puedes ir Levi.— miró al pelinegro con una sonrisa.

—¡Hey!— se quejó Leo indignado mirando a Albert ofendido. —No me importa, esta es mi casa también.

De pronto salió corriendo rápidamente del comedor queriendo ser perseguido por el hombre, pero su esposa se lo impidió.

—Zoe, mejor llevate a tu amigo.— dijo su madre sonriendo nerviosa.

La pelinegra se levantó para tomar la muñeca de Levi y sacarlo de ahí. Cuando subían la escalera el chico no apartaba la mirada de su brazo estirado y aquella conexión que los unía.

Al abrir la puerta miraron que Leo estaba acostado en la cama sin dejar de ver su mano como una diva.

—Maldito viejo rabo verde...

—Ese viejo rabo verde es mi padre.

El chico soltó un chillido asustado de la impresión, pero al ver a los dos azabaches comenzó a toser cambiando su voz a grave.

—Zoe boo yo no dije nada, fue el vecino. — se excusó.

—Creeme que el vecino nunca diría eso, es más, ni habla, es raro.

Leo solo sonrió avergonzado para luego cambiar de tema rápidamente.

—Sigues mejorando en pintura, aunque sigo insistiendo que prefiero el que me regalaste.— dijo el chico acomodando su cabello.

—Si bueno, creo que sigo insistiendo que es lo peor que he hecho, aunque ya tengo otras opiniones sinceras...

El pelinaranja se levantó caminando hacia Levi con entusiasmo.

—Soy Leo Jones III, esposo de Emma Stone. Mucho gusto.— habló de manera muy rápida haciendo que Zoe se diera un golpe con la palma.

Levi levantó una ceja con confusión pero solo soltó una palabra.

—Levi.— se presentó de forma seca.

—Pero que seco eres amigo ¿Quieres que te moje con agua?— el pelinegro no quitó su cara de aburrimiento y frialdad. —Lo sé fue un mal chiste...

—¿No crees que ya deberías irte a casa Leo?— preguntó la azabache.

—Esa es la cuestión.— sonrió nervioso. —No iré a casa esta noche.

—¡¿Qué?!

—Mi hermana llegó y no quiero ir.

Levi solo escuchaba todo con aburrimiento. En ese momento prefirió quedarse en su casa viendo a Kenny y Mikasa pelear por un gansito.

—Pero, si a ti te gusta ir cuando Lia está, ahora que lo pienso… Sus nombres son idénticos ¿Acaso tus papás no pensaron en un nombre diferente?

—¡Oye!— dijo indignado. —Yo fui el planeado, Lia fue el "viaje de negocios".

En ese momento un click se presentó en la cabeza de la chica.