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WARNING: ESTE CAPÍTULO CONTIENE LEMON. SI NO TE GUSTA PASA AL SIGUIENTE

Keith estaba en el baño. Se supone que se estaba duchando tratando de remover la sangre de su cuerpo.

Debía admitir que era tentador entrar ahí con el.

Pero después de los eventos de hace algunos minutos,
Debía ser honesto.

Estaba cagado del miedo.

Acababa de matar a alguien.

Dado que fuera Roberto
No me molesto mucho. Debía admitir que también quería hacer eso algunas veces pero...

¿Y si hubiera sido Guro?

¿O un cajero que estaba siendo muy cercano conmigo?

O tal vez hasta...
...¿yo?

Sacudí los pensamientos de mi cabeza. Mire hacia la puerta del baño.

Ahí estaba parado el.

Keith.

En solo una toalla.

Creo que el sabía lo loco que me volvía aveces. Porque estaba sonriendo.

-lo siento amor, eso duro mucho. La sangre de ese hijo de puta era tan molesta como el. Pero ya no te molestará, así que sonríe-

Su voz estaba calmada otra vez. Su pelo mojado y brillante. Me encontraba a mi mismo concentrándome en su cuerpo.
-No tuviste que hacer eso ¿sabes? Lo quería muerto pero no había que-

Me calle cuando vi que el pelinegro se acercaba a mi. Su sonrisa borrada del canvas que era su rostro.
-Escúchame bien ___-
Su cabeza estaba ahora centímetros aparte de la mía. Me hice para atrás por instinto.
-lo que hago lo hago para protegerte. Me importa una mierda lo que tú pienses de ello. Si te molesta tanto dímelo, usa tus malditas palabras-

La severidad de su tono me hico tragar saliva.
Sacudí mi cabeza tratando de parecer calmado. Keith sonrío complacido, como si hubiera ganado.

-Eso fue lo que pensé-

El miedo es algo poderoso. Todos tenemos diferentes reacciones a el,
A algunos les gusta
A algunos los petrifica
Y a algunos los prende

No sabía que persona era entre las tres.
Puse mis manos alrededor de su cuello, creo que estaban temblando.

Aún con su sonrisa perturbadora, Keith capto rápido besándome.

El beso conforme seguía de volvía más violento. Era como si los dos peleáramos por el control. Keith lentamente empujándome más hacia la cama.

Su cuarto era un poco pequeño, pero en este momento nada alrededor importaba. Solo nosotros.

Sus manos les gustaba ir hacia mi pecho. Pasar suavemente por mi abdomen. Sus caricias eran suaves y cuidadosas. Meticulosas pero desastrosas.

Sentía como el bulto debajo de la toalla chocaba contra mi piel.
Empece a tocarlo levemente, devolviendo las caricias de el pelinegro.
El planteaba besos en mi pelo, acariciando mi mejilla.

Después de un rato Keith se levantó suavemente
-Podremos continuar esto después, se está haciendo tarde y no hemos comido nada-

Me di cuenta de que ya habían pasado varias horas, estaba casi dormido.

Asentí y nos movimos hacia la cocina, no sin que Keith se pusiera un bóxer y una larga camisa negra primero. Ya que mi ropa también tenía algunas manchas de sangre decidí cambiarme a una camisa de banda que Keith tenía.

El hico algunos sándwiches. No teníamos muchos ingredientes para hacer más.

Fue una buena noche.
Trate de no pensar en la tarde.
Es mejor olvidar.

Pelea Escolar (Keith x m!reader) Blood Soup Donde viven las historias. Descúbrelo ahora