HyunJin sólo quería saber que era pasar el día de San Valentín con el chico del que está enamorado. Y JeonGin tiene que pellizcarse un par de veces para asegurarse de que HyunJin de verdad se le está confesando y no es otro juego inventado por su me...
HyunJin planeaba declarar sus sentimientos a JeonGin al fin, precisamente por mañana ser el San Valentín de sus dieciséis años. Porque el trato con su mamá había sido que al cumplirlos le permitiría tener pareja y eso emocionaba mucho a HyunJin, quien obviamente ya tenía un objetivo en mente. Porque él no quería a nadie más que a JeonGin, su lindo Innie.
Por eso, después de haber tenido un intento fallido solo en la cocina, se encontraba rogándole a su hyung favorito, Felix, que le ayudara a preparar los chocolates para Innie.
— Por favor, por favor, por favor Hyung — pedía con sus manos juntas mientras hacía su mejor cara de perrito.
— Jinnie, sabes que me encantaría ayudarte pero tengo que hacer los chocolates para ChangBin... — Felix respondía apenado, pero era inútil decirle que no a HyunJin, sobretodo por lo persisitente que era. Parecía negarse a recibir cualquier respuesta que no fuera la que quería, y bueno, por algo era considerado el chico más lindo de la escuela, era casi imposible negarle algo.
HyunJin hizo una mueca de súplica, abultando sus labios casi hastiado por no conseguir la respuesta esperada. Felix pudo notar sus ojos brillosos y finalmente se rindió. Simplemente no podía decirle que no, menos si el menor de ponía a llorar. Además él entendía su emoción por hacer todo perfecto para su declaración, comprendía sus sentimientos y su afán por querer hacer algo delicioso para el chico que le gustaba porque en su momento, él también se encontró del mismo modo. Así que soltando un suspiro rendido, se apresuró a decir:
— No, no llores Jinnie, está bien. Te ayudaré.
— ¿De verdad, Hyung? ¡Muchas gracias!¡Te quiero mucho, Hyung! — exclamó HyunJin lanzándose a los brazos del mayor que sonreía por lo dulce que era la reacción del chico.
Bueno, ahora tendría que hacerse el tiempo para hacer el doble de chocolates para este San Valentín, pero al menos valdría la pena.
— Lo sé, Jinnie — rió con cariño. — Vamos a esforzarnos mucho ¿sí? Así podremos hacer muchos chocolates para ambos — sonrió Felix separando a HyunJin de su cuerpo. Éste asintió sin demora. Por supuesto, él haría lo que sea por Innie.
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Así es como llegamos a la situación actual, HyunJin y Felix se encontraban de compras, asegurándose de tener todo lo necesario para los chocolates.
— ¿Ya está todo, Hyung? — preguntó HyunJin cuando logró ver como Felix tachaba lo último de la lista.
— Sí, eso era lo último. Ahora vamos a pagar rápido, mientras más rápido empecemos, mejor.
Ambos se dirigieron a la caja, afortunadamente no tuvieron que esperar mucho para su turno, por lo que minutos después, cuando este llegó, pagaron rápidamente y se dirigieron a casa del menor. Así, en pocos minutos ya se encontraban en la cocina que Felix miraba maravillado. La cocina de Jinnie era mucho más grande que la de Felix y eso lo emocionó.
— Bien, empecemos — dijo Felix cuando HyunJin volvió vestido con su trajesito de chef.
Se veía realmente bien en él. Le daba una imagen tierna y atractiva a la vez, si Felix tuviera que describirlo diría que se veía como alguien al que querrías abrazar por horas.
— ¡Sí, Hyung! — respondió entusiasmado. Haría su mejor esfuerzo para el chico bonito que lo tenía encantado.
