illicit affairs | charles leclerc

27: can we talk?

Marzo 2021
Monte Carlo, Mónaco

—¡Fleur!

Sacudo la cabeza cuando escucho a Laura llamarme (gritarme) e intento fingir una sonrisa para hacerle ver que estaba bien, pero por su reacción, probablemente terminé haciendo una mueca extraña.

Una semana. Una semana sin saber nada de Charles. Zoey y Chiara me contaron que estuvo en Italia debido a que la temporada de F1 estaba a punto de comenzar y por lo que vi en Instagram, se notaba que estaba realmente feliz de volver. Yo, por otro lado, estaba sumergida en mi música. Tanto así que Laura se mudó a mi apartamento para ayudarme con lo demás e Isadora dejó París al segundo en que se enteró de lo que estaba pasando.

Hace unos minutos se anunciaron las primeras fechas de mi tour, todas en Europa hasta el momento, y ese ha sido mi único momento de felicidad en siete días. Un anuncio. Esperaba recibir un mensaje de felicitación de su parte, aunque sabía que eso era prácticamente imposible con lo orgulloso que es.

—No estás bien —dice Isadora dejando una taza de té encima del piano.

—Necesitas ayuda —espeta mi manager.

—No, necesito a Charles. Lo voy a ir a buscar.

—¡Rinaldi! —grita Isadora—. No vas a buscar a nadie. Tú no te fuiste, fue él.

—Intenten hablar con él, por favor. Me estoy volviendo loca.

El par se miran preocupadas y la pelirroja se levanta de su asiento de un tirón, supongo que a hacer lo que  le pedí. Paso mis dedos sutilmente por las teclas del piano y sostengo en mi mano izquierda el pequeño corazón del collar que mi madre me regaló. Como desearía que estuviera aquí.

Mi relación con mis padres era perfecta, digna de una película, aún así, me arrepiento de no haberles preguntando más cosas sobre la vida y eso que siempre les preguntaba por todo. Perderlos tan repentinamente, a ambos, me hizo darme cuenta de la fragilidad de nuestra existencia, por eso me alejé de todos y de todo, así nadie podía dañarme de nuevo. Por eso escapé a París cuando, por eso escapo de Charles en estos momentos y espero que él sea el que venga por mí. Es un hábito.

"Ma princesse, no puedes esperar que las cosas cambien si tú sigues siendo la misma persona"

Levanto la mirada y fijo mi atención en la foto que tengo con mis padres sobre el piano. Mi padre me dijo eso cuando me rompieron el corazón por primera vez y yo no entendí muy bien que quiso decirme. Ahora si que lo entiendo.

Me levanto de la silla y voy rápidamente a mi habitación. Me desnudo mientras entro en el baño y tengo la ducha más corta y eficaz de la historia. Saco lo primero que encuentro en mi armario, busco unas sandalias abajo de la cama y paso mis dedos por mi cabello para desenredar el mismo. Busco mi celular y una chaqueta y salgo de la habitación como entré, sin pensar mucho en lo que estaba haciendo.

—¿A dónde vas, Fleur? No hemos desayunado.

—Dile a Laura que tuve que salir por una emergencia con las chicas —susurro buscando las llaves del coche.

Cuando por fin encuentro las susodichas, salgo del apartamento y libero todo el aire que tenía acumulado en los pulmones. Bajo las escaleras casi que corriendo y en un abrir y cerrar de ojos, estaba conduciendo a casa de Charles. ¿¡Qué!?

Detengo la máquina cuando el semáforo se torna rojo y hundo mi rostro en mis manos, intentando detener todo los pensamientos negativos que estaban paseando por mi mente. Pego un pequeño salto cuando escucho la bocina del carro de detrás sonar y me doy cuenta de que el semáforo ya está en verde, así que es hora de avanzar.

Cuando veo el edificio donde Charles vive cada vez más cerca, el nudo en mi garganta comienza a agigantarse, provocando que el aire me falte y tenga problemas para respirar. Sigo tratando de callar a mi cabeza antes de que sea demasiado tarde y sigo sin pensarlo mucho cuando me bajo del coche y saludo al portero de esta hermosa construcción con una sonrisa.

Mis pies me llevan al ascensor y al verme dentro, quiero salir inmediatamente, pero ya mis dedos habían marcado el piso del monegasco y las puertas se habían cerrado. Cierro los ojos cuando el elevador comienza a moverse y me dan ganas hasta ganas de rezar del miedo que este provoca en mí. Pero bueno, vale la pena.

Cuando estoy fuera de ese cubículo es que me doy cuenta de lo que estaba haciendo. Vine yo por él, aunque yo no hice nada malo.

Muy tarde.

Me detengo frente a la puerta y respiro profundo antes de tocar. Ya no hay vuelta atrás. Es muy tarde. Respira. No todo puede salir mal. Tienes que hacerlo. No te desmayes.

Cuando la puerta se abre y veo esos ojos, esos mismos ojos que me deslumbraron desde el primer segundo que los vi, me doy cuenta de que esta fue la decisión correcta. Venir por él.

—Fleur...

—¿Podemos hablar?

•••

sí, soy yo 😭 lamento tanto haber desaparecido tantl tiempo, pero no había nada en este mundo que me animara a escribir, así que decidí tomar un tiempo y no apresurarme en volver. y bueno, aquí estoy.

no voy a prometerles que estaré actualizando como lo hacía antes, pero si voy tratar <3

espero que hayan extrañado a fleur y a charles como yo lo hice 😭