Cada vez que llueve... Mis lágrimassalen como si fuese una coreografía planeada.
Recuerdo cuantas veces imagine su cita soñada. Me dijo que los días de lluvia eran perfectos para compartir la sombrilla con alguien especial mientras tomaba chocolate caliente.
Lo recuerdo con tanta claridad... Porque desde entonces es lo único que deseaba.
Ahora solo quiero que vuelva.
¿Sabe que lo que fije?
A veces lo tuteo sin querer. Juró que mi mente está en otro lado, tengo muchas cosas que hacer y de vez en cuando siento que no puedo ni respirar. No entiendo por qué me estoy esforzando tanto.
Pero, así es la vida, ¿No?
Ahora todo es monotonía... Al conseguir trabajo sabía que todo iba a cambiar. Sin embargo, no pensé que pasaría todo esto.
Mi jefe tiene familia. Una esposa y dos niños pequeños... Su esposa es sumamente encantadora y sus pequeños un amor. No entiendo por qué él no valora eso.
Sólo me mira de forma indebida y cuando tiene oportunidad toca mis muslos o mi trasero. Sé que no debo quejarme o puede que sea el último trabajo que consiga.
En fin... Creo que eso es todo. No me he sentido bien últimamente y escribirle tampoco hace que mejore... Tal vez debería dejar de hacerlo.
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