¿Más Que Amigos? | #1

Capítulo 25

Narra Summer:

Hoy era sábado, no eh visto a Sam desde hace dos días, solo hemos hablado por mensaje.

Esperaba a mis padres para comer, debido a que me mandaron mensaje hace ya bastante rato diciendo que venían hoy, pero eran casi las 5 y aun no llegaban.

Una media hora más tarde por fin llegaron.

— Hija lamentamos la demora- —la interrumpí.

— No se preocupen, yo ya comí. —mencioné enojada.

— Linda, ¿que te ocurre? —preguntó mi padre entrando.

— ¿Qué qué me ocurre? —pregunte irónicamente—.  Llegaron tarde, de nuevo, siempre es lo mismo, paciente de emergencia, trauma llegando, si no es esto es lo otro ¡PERO SIEMPRE TIENE QUE SER EL MALDITO HOSPITAL!-grite, sabía que no debía hacerlo, más no puede contenerme.

— ¡No nos grites! —grito mi mamá—. Te recuerdo que gracias a nuestro empleo tienes un techo, comida, escuela, ¡CREES QUE SOLO A TI TE AGOBIA!. Volvemos para tener una comida tranquila y nos encontramos contigo enojada, nosotros nos rompemos la espalda para darte todo lo que quieres ¿y te reclamamos algo? No. —dijo.

Un par de lágrimas traicioneras bajaron por mis mejillas.

— Okey esto ya se esta saliendo de control, hay que calmarnos. —intervino mi papá pero ninguna le hizo caso.

— Solo quiero que un día, ¡un maldito día para nosotros! pero eso no les interesa.

— ¡ES SUFICIENTE, A TU CUARTO! —grito, mas no me moví—. ¡AHORA!

Comencé a caminar, pero no a mi cuarto. Salí de la casa azotando la puerta.

Solo quería despegarme y salir de ahí. Así que fui al parque que siempre voy con Sam, pero por desgracia se me olvido mi sueter en casa y estaba haciendo un poco de frío.

Al llegar me empecé a sentir algo mareada y con una presión en el pecho, rápidamente fui hacia el árbol donde siempre me siento, el que más lejos está de los juegos infantiles y del ruido.

Llegue al árbol y me sente, abracé mis piernas y escondí mi cara en ellas y empecé a llorar. Luego de cómo 5 minutos la presión en el pecho se hizo más fuerte, sabía lo que significa y no es algo que sea lindo.

— No aquí no, por favor aquí no... —me repetía una y otra vez, mas ya no podía hacer nada.

Me empezó a faltar la respiración.

Estaba teniendo un ataque de pánico, eso era claro.

— Tranquila, ya pasará, respira. —me decía a mi misma pero por más que lo intentaba no podía, nunca me había dado uno tan fuerte.

Narra Sam:
Iba de regreso a mi casa después de pasar todo el día con los chicos, pasé por el parque y me detuve para dar una vuelta. Sin embargo, al acercarme al árbol preferido de Summer la vi ahí, llorando y temblando lo que llamó mi atención y me acerque.

— ¡Summer! ¿Que ocurre? ¿Summer? —no me contestó, en eso recordé que a ella le dan ataques de pánico—. Tranquila Summer, aquí estoy...trata de respirar, ¿bien?. —no funcionó, siguió temblando—. Vamos Summer tu puedes. —ella solo negó su cabeza.

<¿Que hago, que hago?...
¡Ya sé!>>

La bese.

No fueron más que 10 segundos y nos separamos.

— ¡Perdón! Pero tenía que parar tu ataque y recordé que una vez me dijiste que vistes en Teen Wolf que contener la respiración los calma, no se me ocurrió otra cosa. Perdón, perdón, perdón. —me disculpe hablando muy rápido.