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Me quedé paralizado, incapaz de apartar la vista del cielo que había pasado de un celeste pálido al color del miedo. Miles de estrellas fugaces parecían herir el firmamento y dibujaban en él líneas de sangr...
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Recorro con la yema de los dedos su nombre grabado en la madera. Aún me parece escuchar su voz como si estuviera conmigo en este momento, como si nunca se hubiese ido. Había sido necesario aquello que pensábamos que era el fin del mundo para conocernos.
Observo a Kathya que mantiene una animada conversación con su muñeca de trapo. No suele alejarse demasiado de mí. Me saluda con la mano y vuelve a sumergirse en su juego. Ya no quedan tantos niños por aquí, pero creo que la humanidad todavía tiene esperanzas. Supongo que por ellos es necesario contar lo que sucedió. Nuestra historia no puede ser olvidada.
Lejos estoy de poder catalogarme como un héroe, no soy más que un superviviente. No me enorgullezco de algunos de mis actos, pero lo cierto es que hice lo que estaba a mi alcance para cuidar de Kathya. Incluso, cuando pensé que todo estaba perdido, intenté hacer lo que creía necesario para sobrevivir. Seguramente ellos también, pero no tuvieron tanta suerte.
Me siento junto a la tumba que improvisé para ella e imagino que está aquí, a mi lado. Si cierro los ojos casi me parece sentirla acurrucada en mi pecho. Podrá parecer una locura, pero evocar en mi mente a la mujer que amé y que ya no está conmigo, me ayuda a seguir adelante.
Busco fuerzas en su recuerdo para comenzar a escribir nuestra historia. No soy escritor y mucho menos historiador, pero espero poder dejar por lo menos un registro de lo que pasó, de lo que vivimos. Espero que mis palabras puedan ayudar a Kathya o a quien encuentre mis palabras a reconstruir los hechos.
No busco que sientan pena por mí. Estoy seguro de que si son supervivientes y están leyendo esto, también ustedes cargan con una historia trágica y deben haber dejado atrás a muchos seres queridos. Por el contrario, si son como Kathya, los hijos de una generación que estuvo a punto de desaparecer, entonces solo podrán aproximarse a la idea de lo que es la verdadera desolación.
Si son capaces de imaginar cómo era la vida antes de que todo comenzara, entonces tal vez puedan entender lo que significó el cambio profundo al que nos enfrentamos de un momento a otro. Mentiría si dijera que todos vivían felices y que no tenían preocupaciones, pero la mayoría de nosotros comíamos cuando teníamos hambre, teníamos medicamentos si los necesitábamos y podíamos acceder a la información que quisiéramos y cuando quisiéramos gracias a internet y a la gran variedad de libros que había.
