Mohamed Östürk es un hombre acostumbrado a la sumisión y complacencia de todos a su alrededor, su nombre es bien conocido en la alta sociedad turca, así como en las profundidades del mundo criminal.
Todo su mundo se verá de cabeza cuando un ser ind...
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POV YESIN
La cena en casa resulta agradable a pesar de todo lo sucedido durante el día, Mohamed se encarga de algunos asuntos referentes a el viaje a Estambul.
Mustafá yace dormido en mis brazos mientras estamos en la sala ultimando detalles sobre la fiesta de presentación, Sherezade resulta ser de gran ayuda, aunque resulta incómodo el que no me mire a los ojos.
Una de las empleadas se acerca al notar el estado de Mustafá, se aclara la garganta antes de dirigirme la palabra.
— Puedo llevarlo a la cuna si gusta, señora.
— No es necesario, muchas gracias.
Asiente y se retira, la verdad es que me gusta pasar el mayor tiempo con mi hijo, siento que en cualquier momento algo sucederá y mi mayor miedo es que no esté conmigo.
Mohamed regresa sentandose a mi derecha, me mira con una ceja levantada antes de intentar quitarme a el niño.
— No hagas eso — le reprendo — Vas a despertarlo.
— Está cansado y tú también, déjame ayudarte.
Resoplo antes de dárselo, lo carga cano puede y resulta gracioso verlo con esos enormes brazos sujetándo suavemente a un niño tan pequeño. Muerdo mis labios conteniendo una sonrisa, hasta que la sumisa y yo terminamos con las cosas por el momento.
— Sherezade, prepara equipaje para un par de días. Iremos a Estambul y es necesaria tu presencia.
— Si, habibe. Tendré que tomar a alguien que cuide de Amina.
— No, ella irá. Quiero pasar tiempo con mis hijos por igual, antes no pude hacerlo pero ahora no hay razón para posponerlo.
Asiente en respuesta con una sonrisa que no alcanza a ocultar, me he enterado por indiscreción de las empleadas que Mohamed no solía venir a esta casa. Por lo general a mantenía en la empresa, de viaje o en el apartamento en el Cairo; a dónde me llevó originalmente el día del ataque.
Me pongo de pie dejando que la falda del vestido caiga hasta un poco más arriba de las rodillas, seguida de Mohamed. Me sorprende tomando mi mano tras despedirse y empezar a caminar con rumbo a las escaleras.
Mustafá va apoyado sobre su hombro mientras lo sostiene por la espalda, no digo nada porque sé que está esforzándose por aprender, podrá ser un maestro en armas y combate pero es un primerizo en cuanto a atender a un bebé se refiere.
Entramos a la habitación y lo veo acostarlo en la cama mientras yo tomo rumbo hacia el baño, hago mis necesidades y enjuagó mi rostro tras cepillar mis dientes.
Suspiro preparando una pequeña cantidad de agua caliente, una toalla suave y una esponja. Regreso a la habitación para encontrar a Mohamed luchando contra el atuendo del bebé, dejo todo en la cómoda y me apresuro en ayudar.
