Bladers asesinos (Beyblade Burst) (+18)

3: Valt Aoi

Para Valt Aoi y Shu Kurenai, la vida no había sido fácil. Beybatallas, amigos y el día a día, los habían unido, aunque les habían puesto muchos obstáculos. Valt se había convertido en el campeón mundial, lo que le había traído muchos amigos, reconocimientos y demás cosas. Pero a la vez, le habían traído envidias, malas vibras y enemigos. Y el chico estaba consciente de ello.

Sin embargo, no estaba solo, ya que contaba con el amor incondicional de sus padre y hermanitos. Así como la amistad de Rantaro y los demás, y claro está: el amor de Shu Kurenai, uno de los bladers legendarios. Valt y Shu se habían hecho novios desde que el primero se había vuelto campeón mundial, aunque ese amor hizo enojar a más de uno. Y tenía nombre y apellido: Free de la Hoya.

Sí, el vago de Free. No soportaba ver cómo Shu y Valt eran novios y se amaban incondicionalmente. Le molestaba mucho, y les tenía muchísima envidia. Quería estar con Shu Kurenai a toda costa, y deseaba encontrar la manera de estar con él, sin que Valt se enterara. Ese albino tiene que ser mío a como dé lugar, decía.

Un buen día, en la academia Beigoma, los dos chicos (Shu y Valt) decidieron tener una beybatalla. Valt usaba a su preciado Valtryek, mientras que Shu utilizaba a Spryzen. Cada batalla terminaba con una victoria para Shu. Valt lo aceptaba y felicitaba a Shu cada vez que él ganaba. Y estaba deseoso de seguir luchando, para algún día, vencerlo y convertirse en el blader más fuerte del mundo. Algún día, venceré a Shu Kurenai, y me convertiré en el blader más fuerte del mundo, se decía a sí mismo el peliazul.

Shu amaba incondicionalmente a Valt y lo apoyaba en las buenas y en las malas. Sin embargo, demostró que no era perfecto, tal y como se pensaba. Cada vez que no podía estar con su querido Valt, el vago de Free siempre se me acercaba y le hacía diversas insinuaciones. Shu estaba expuesto a caer en tentación, pero siempre se resistía, ya que su amor por Valt era incondicional. Lo siento, Free. Pero yo amo a Valt, y sólo estaré con él, decía Shu.

Esto no era del agrado de Free, pues él no aceptaba muy bien el rechazo. Se sentía frustrado al sentirse rechazado por el albino, pero no se daba por vencido, siempre encontraba la manera de reponerse. Odiaba profundamente a Valt Aoi, y lo consideraba un estorbo para sus planes. Deseaba con todas sus fuerzas, quitarlo de su camino para apoderarse de Shu. No obstante, todos sus intentos eran en vano, ya que Shu prefería a Valt. Ya veré cómo me voy a apoderar de Shu Kurenai, se decía a sí mismo.

Un buen día, en el beypark, Free se encontró con Shu y quiso hablar con él. Aunque Free fingía que no quería nada con él, sus planes eran completamente distintos. Estaba en plan de conquista, y lo provocaba cada vez que podía. Siempre le demostraba sus habilidades atléticas, y le demostraba que podía levantar pesas. Shu se quedaba atraído por las habilidades de Free.

Ese mismo día, tuvieron una beybatalla. Free tenía su propio bey, un Fafnir. Luchó contra Shu y su Spryzen. La beybatalla transcurría con normalidad, pero terminó finalmente con la victoria de Shu. Aunque Free no pudo vencer, Shu estaba maravillado con su habilidad para el Beyblade, además de su sexy cuerpo. No dudó en planear una buena noche con él. Pero la duda lo consumía, y no lo dejaba en paz. Ni siquiera podía soportar la idea de engañar a Valt con Free. ¿Qué está pasando? ¿Por qué de repente siento culpa por lo que voy a hacer? Da igual, sólo será una noche, pensaba.

Shu había cancelado todos los planes que tenía con Valt de la noche a la mañana. Ese día, Shu y Valt iban a ir a una exhibición de beybatallas en la arena, y Valt no entendía nada. No entendía por qué Shu le había cancelado así como así. Tenía miedo de que algo malo pudiera pasar, pero decidió olvidarse de ello. Tuvo que ir a esa exhibición con Todo y Nika, sus hermanitos. El primero era de pelo menta, mientras que la segunda era pelirrosa. Ellos le hicieron compañía en el evento para que no se sintiera solo.