XLIV (pt. 2)

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—¿Cuál es el problema, campeón?— Preguntó el mayor cuando estaban descansando en una de las sillas que estaban ahí afuera 

—Nada. Solo pensaba, que tengo familia—

—Buena deducción. Eres un niñito muy inteligente— Habló con tal de animarlo —Pero me doy cuenta que solo llamas a mi hija por su nombre, ¿Por qué es así?—

—Su nombre... Jinsoul...— El niño pensó antes de decir cualquier cosa y le dio algunas vueltas —Me dijeron que le diga así, no lo sé. Suena bonito y lo es...—

—Pero actúan como madre e hijo—

—Es que, la última vez que llamé a alguien madre...— Sus mejillas se abultaron e intentó explicar

—Ah, ya lo entiendo. No es necesario que continúes— Lo detuvo rápidamente —Pero no tienes que tener miedo, no pasará nada malo— Prometerle algo así a un niño, lo tomaba como algo difícil, pero estaba seguro 

—No recuerdo mucho— El niño miraba hacia la nada —Solo algunos sentimientos, así me dijo la abuela Minhee—  

—Creo que te comprendo. Eres bueno escuchando, cuando grande serás bueno dando consejos. Así como tu abuela— Con eso, se ganó una mirada confundida por parte del niño —Lo único que te puedo hacer entender a estos momentos, porque sé que te olvidarás de mis consejos, es el presente, campeón. Eres un niño que ha aprendido mucho por lo que me doy cuenta solo y muy, pero muy pequeño. Así que te diré solo pensando en el hoy—

—No lo comprendo, abuelo— Dijo de una forma tierna, que hizo al mayor querer acariciar su mejilla 

—Dime, si Jinsoul te trae a vivir a esta casa, ¿Qué tan feliz serías?—   

—Mucho— Contestó el pequeño sin pensarla, sus ojos estaban entrecerrados —Solo que no estoy seguro de una cosa—  

—Dime, ¿Qué eso que no te tiene seguro?—  

—Es Lippie— Contestó Sunoo, sin embargo, el otro no comprendió de inmediato, dejando en evidencia que no entendió —Lippie, Jungeun. Ella, la mayor de todos nosotros—

—Ah, sí— Se hizo el tonto —¿Qué pasó con ella?—  

—Fue la novia de Soul, o lo es, no lo sé, pero tienen una relación muy extraña. Me dijeron que las familias tienen que ser unidas— Sus mejillas se abultaron al confesarlo  

—Y dime, ¿Qué es lo extraño en ellas?— Nuevamente se hizo el tonto 

—Eso, me dijeron que las familias tenían que estar unidas, pero ellas no están siempre juntas, me confunde— Explicó inocente —Se quieren, pero no veo que pasen mucho tiempo juntas, bueno antes venían siempre juntas y ahora, no lo sé—  

—¿Qué tanto crees que se quieran?—  

—Mucho, se aman mucho— Contestó con una voz bastante inocente —Cuando están juntas, se nota, yo lo sé. La abuela Minhee me enseñó sobre eso y-y la tía Sojung nos dio varias clases. Lo sé, lo puedo sentir—  

—¿Mucho?—  

—Mucho— Alargó la palabra como sonido de vaca con ternura   

—Lo siento— Lo dijo casi sin pensarlo —Es todo mi culpa, pero te aseguro que ya verás que esa distancia que tomaron, se resolverá pronto—  

—¿Y cómo se resuelve?, ¿Hay algún ejercicio?— Cuestionó Sunoo con inocencia

—Ellas lo sabrán, pero tienes razón, se quieren mucho— Confesó mirando hacia el suelo y tomando un respiro —Así que confía en ellas. Estás seguro con ellas—

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