VENECIA | tucu correa |

05

venecia's POV.

-Estás re linda- Me dijo Joaquín al oído. Los dos estábamos sentados en unos sillones del living de su casa, eran como las cuatro de la mañana y nunca habíamos parado de tomar, así que el alcohol empezaba a hacerse presente. Yo me reí como una tonta. Era obvio que Joaquín me encantaba, pero por distintas razones nunca había pasado nada. Yo me giré para mirarlo con una sonrisa. Había solo un par de luces prendidas en la casa y apenas podía verlo con claridad, podía solo porque estaba muy cerca mío.

-Callate que me haces poner colorada- Murmuré, ahora fue él el que rió.

-¿Me das un beso?- Murmuró acercándose peovocadoramente. Yo dudé un poco, por más de que en el fondo tenía muchas ganas. Honestamente no estaba muy segura, no estaba en mí mejor momento sentimental. Pero tampoco estaba en mí mejor momento de sobriedad, así que no me pareció una mala idea darle un beso a Joaquín. Yo me acerqué despacio y me lo empecé a chapar sin culpa. Él enseguida me agarró la cara acercándome lo más posible, haciendo que el beso se intensifique bastante. Tomé la iniciativa de meter mí lengua en su boca y él gustoso siguió el beso, tirándose un poco para atrás apoyándose en el respaldo del sillón haciendo que yo lo siga quedando un poco encima de él. Cuando nos separamos por falta de aire, Joaquín se acercó a dejar un corto beso en mis labios, lo que inició una nueva sesión de chape más intensa que la primera. Así estuvimos unos cuantos minutos, sin que nos importara nada de lo que pasaba a nuestro alrededor- ¿Vas a ir el domingo a ver el partido?- Preguntó él mientras yo me acomodaba apoyándome en su pecho.

-Si, más vale. ¿Cómo no voy a ir?- Le dije yo tomando su mano del brazo que me rodeaba, para entrelazarla con la mía. Él soltó una risita.

-Bueno, no sabía que no te perdías ningún partido-

-No, nunca. Aparte mí viejo me mata, su cábala es que estemos sus hijos en el palco- Le confesé y él bajó la vista para mirarme sorprendido.

-Tú papá siempre se caga de risa de nuestras cábalas-

-Ups, sí. No le digas que te conté porque me mata- Dije al acordarme de que no tendría que haberle dicho eso. Los siguientes minutos pasamos en silencio, él haciéndome caricias en la pierna con su mano libre, y yo jugando con nuestros dedos entrelazados. Nuestros amigos estaban distribuidos por varias zonas de la casa de Joaquín, las luces estaban bajas y la música bastante fuerte. Nuestra privacidad se terminó unos minutos después cuando mí hermano se acercó a hablarnos.

-Eu Vene- Se frenó a si mismo al vernos tan abrazaditos, pero decidió no hacer ningún comentario y siguió hablando- ¿Vamos? Mañana está la reunión ¿Te acordás?- Yo me quedé unos segundos pensativa, en mí mente todavía faltaban unos días para la reunión de mí hermano.

-Te podes quedar si querés- Intervino Joaquín, que me había sacado un poco las manos de encima cuando vino mí hermano, pero todavía tenía su brazo alrededor de mis hombros. Yo seguí sin responder, no estaba tan segura de pasar la noche acá. Pero a la vez pensaba que no tenía nada de malo, lo cual me dejaba bastante indecisa.

-Tenes que ir a la reunión- Mintió mí hermano. La reunión era de trabajo de él y yo no tenía nada que ver. ¿Por qué se metió a mentir así?.

-Ehh... Sí, sí, cierto. Vamos entonces- Le confirmé y él se alejó un poco dejándome sola con el Tucu otra vez.

-¿Segura que no te querés quedar?- Preguntó él.

-No negri, me tengo que ir- Dije despegandome un poco de él. Joaquín tiró la cabeza para atrás decepcionado de mí respuesta- Pareces un nene caprichoso- Comenté con una sonrisita, acercándome a él para dejar un beso en sus labios, lo que lo hizo sonreír. Yo me quise alejar, pero el me agarró de la cara para volver a besarme, una última vez.

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