46

99 6 12
                                    

Llegaste como habías prometido, me citaste en una cafetería lejana, como de costumbre.

Tomaste asiento y me miraste dulcemente.

          — Ella esta embarazada de otro —dije sin más, porque era la verdad.

          — No soy tan estúpida, Adrián —respondiste de inmediato y me lanzaste una mirada llena de furia, como jamás lo habías echo.

          — ¿Ahora nos llamamos por nuestro nombre, Lena? —reí, porque esta situación ya me estaba resultando amarga y triste.

          — Lo mejor es que nos separemos —dijiste así sin más, levantándote y tomando tus cosas dispuesta a irte.

          — Quédate otro poco y escúchame primero —te pedí tomando tu mano y logrando hacerte sentar, continúe—. Le prometí a tu madre que siempre cuidaría de ti...

          — No me vengas con esa estupidez nunca más, ya no utilices a mi mamá —me interrumpiste molesta.

          — Como te decía... Lo prometí y lo haré —proseguí hablando como si aquel comentario tuyo jamás hubiera salido de ru preciosa boca—. Pero, no necesariamente tengo que estar físicamente contigo. Ya sé que piensas que soy un engreído, estúpido y mal nacido —y tenías tanta razón—, pero este hombre te ama.

          — ¿Qué me quieres decir? Al punto por favor —entendía tu falta de paciencia a este punto y no demoraría en darte respuestas.

          — Pediré mi trasferencia y ya le pedí el divorcio a Rocío...

          — ¿La dejarás? —preguntaste de pronto y lucías incluso un poco ilusionada... oh Lena, si solo pudiera.

          — Así es —te respondí con calma—, ya contrate un abogado y él se encargará de todo.

          — ¿Y qué pasará entonces? —preguntaste y por primera vez luciste triste.

          — Me iré —respondí tan pronto como mis labios lo permitieron y continúe con miedo de no poder seguir—, sin ti.

Hubo un silencio tenso, parecías procesar todo y entonces las palabras llegaron a tus labios.

          — Espero que te vaya bien.

Aquella simple frase rompía mi corazón, pero sabía que lo decías en serio.

          — Yo igual deseo lo mismo para ti. Es por nuestro bien... —intenté seguir hablando, pero una traicionera lágrima corrió de mis ojos—. Te mandare dinero en esta cuenta —saqué de mi saco un sobre que contenía una cuenta a tu nombre, pero inmediatamente lo hiciste a un lado.

          — No —me detuviste—. Yo estaré bien.

Y aunque supiera que era verdad, no quería verte batallar más, ya no más.

          — Sólo dejame cuidarte —supliqué apretando fuertemente tu mano—. Por favor...

          — Adrián, no... Yo puedo hacerlo sola, conseguiré trabajo, estaré bien —inquiríste, quizá tratando de calmarme.

          — Eres tan terca...

          — Y siempre lo seré —sonreíste, ese pequeño gesto tras tus labios me llenaba.

          — Quiero pedirte perdón Lena, jamás quise causarte algún daño o hacerte llorar, tampoco quise estar casado, pero entiende que no te conocí antes y también por no cumplir tu sueño de hacerte mi esposa y un hijo, pero aún eres joven y quizá fuimos dos corazones complementarios en un momento incorrecto, quizá no era nuestro tiempo —miré nuestras manos unidas y temí que me soltaras—. Pero te amo y siempre lo haré.

Nos pusimos de pie y sin más que decir nos besamos dulcemente, no importando las miradas de desagrado o dulzura que nos daban las personas, no importando el tiempo que aún nos quedaba.

Subimos al coche y llegamos a la casa que compré para los dos y te guíe a nuestra habitación, porque eso sería... Nuestra habitación.

Poco a poco desaparecimos la ropa, tu mirándome con dulzura y deseo, y yo deseando que este momento fuera eterno. Ojalá fueras eterna.

Tus manos y las mías eran como dos piezas de rompecabezas, y se sentía tan bien el como encajaban.

Empecé a llorar y tú igual, llorábamos porque sabíamos que era nuestro final, porque sabíamos que ya nuestro amor no daba para más... Y lo hicimos, nosotros hicimos al amor y no el amor a nosotros.

Y yo siempre te recordaré como lo que fuimos, dos piezas complementarias en momentos menos precisos...


Fin.

No, Al Amor™|✔ #4NAADonde viven las historias. Descúbrelo ahora