୧Necesidades Fuertes୨ Yaoi∘˚˳°ꨄ︎

୧Trabajo extra୨∘˚˳°ꨄ︎ Pt. 2

Salí de esa casa hecho un lío; me había quedado con las ganas. En fin, caminé hasta la esquina de la cuadra para así tomar un taxi. Cuando subí al transporte, mi mente se desconecta automáticamente junto a mi vista, sin poder concentrarme en algún punto fijo del camino. El taxista me deja en la ubicación que le indique; bajé luego de pagarle el viaje.

Ante mí se hallaba el grandioso bar nocturno en el que trabajaba. La verdad, es que no sé porque tenía esas ganas de llegar TAN temprano al trabajo, básicamente faltaban como seis o siete horas para que abra.

Suspiré por mis ideas alocadas. Comencé a acercarme a la entrada cuando mi jefe aparece por ésta, saliendo de la casa.

─¿Iván? ¿Qué haces aquí a estás horas? ─pregunta al darse cuenta de mi presencia.

─Acabo de terminar un turno con un cliente, ¿Lo recuerda? ─dije rascándome la nuca.

─Sí, ¿pero no deberías estar con ese cliente ahora? ─enmarca una ceja. ─¿Fue muy bruto?

─¿Qué? ¡No...! Eso es lo que menos me preocupa. La verdad, es que él fue quien no quiso seguir. No es que haya hecho algo mal, simplemente le hice una mamada y acabó. ─me encogí de hombros; era la primera vez que me rechazaban el cuerpo.

─Qué extraño... ─susurra. ─¡Qué más da! Hoy podrás disfrutar del doble turno, que por ciento, ambos hombres que te encargaron ésta noche, quieren hacer un trío; así que, el doble turno se convierte en uno solo. No te preocupes por el salario, te lo duplicaremos de todas formas. A lo que quiero llegar es que no es necesario que tomes un intervalo de descanso, lo tendrás enseguida a los dos. Si quieres, cuando acabes, puedes irte a tu casa, o te quedas; como gustes.

─Un trío... ─susurré, formando una sonrisa en mi rostro.

─Así es. Ahora ve a tu camerino que están las empleadas para prepararte... Te dejaremos muy sexy. ─dijo mirándome fijamente y morderse el labio inferior. Después de escanear mi cuerpo, se gira sobre sus talones y se va.  Yo satisfecho por la información, me dirijo a mi habitación privada donde dos chicas de cabello largo rubio me esperaban.

─Hola, cariño. ─me habló una de ellas. ─Siéntate aquí que te haremos maravillas en tu precioso perfil.

Sonreí como nunca. Tenía ganas de llorar de la emoción. ¡Por fin un maquillaje profesional!

La chica que me habló se quedó detrás de mí, acariciando mi cabello un poco largo. La otra rubia, estaba rebuscando entre las tres maletas rosas que trajeron, las cosas necesarias para mí.

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Luego de tres horas de estéticos y maquillaje, me veía fenomenal. Mis piernas se sentían suaves al contacto por la depilación con cera; mi parte íntima también. ¡Las amé! Hicieron que me sintiera tan suavecito como un algodón. Me maquillaron tan delicado pero feroz a la vez que me enamoré de su trabajo bien hecho. Parecía un demonio vestido de ángel... Muy sexy. Las chicas me ayudaron a vestirme con las medias de rejas negro, la tanga de encaje azabache y una falda por encima, tan corta que se veía la iniciación de mi trasero redondo. En la parte del cuello, me colocaron un collar de gatito con cascavel de cuero negro. Unas argollas de plata en las orejas y anillos con diamantes en los dedos. Me pusieron un corpiño de encaje tan transparente que se veían mis botones ya erectos por el rose de la tela. Por encima de ello, una chaqueta de cuero bordo brillante, resaltando como mis labios pintados rojos carmesí. El cabello quedó suelto, con la diferencia que me habían hecho mechitas rubias. También, las chicas sumaron uñas postizas en mis dedos color hierro fuerte, haciendo que pareciera una verdadera gata junto al atuendo que llevaba puesto. Sonreí satisfecho al verme al espejo; estaba hermoso.