0.7

13.5K 1.2K 62
                                    

George.

Estaba tan inmerso mirando a la chica frente a mi, la cual me estaba hablando sobre la terapia del espejo, que ni siquiera me había dado cuenta que se nos había pasado el tiempo otra vez.

Que ya era más que de madrugada y ambos teníamos mucho sueño, pero ninguno de los dos daba el primer paso de irse a dormir.

—Supongo que mañana dormiremos todo el día—Dije sonriendo como imbecil.

—A mi me acomoda, siempre tengo problemas para dormir—Dijo Cass levantándose.

—¿Por qué?—Pregunte curioso.

—¿Por qué qué?—Pregunto Cass.

—¿Por qué tienes problemas para dormir?—Pregunte.

—Oh...no por nada...deberíamos ir a dormir—Respondió Cass mirando a otra parte.

Esta chica se empeña en no contarme cosas de ella, pero eso no durará mucho tiempo.

—Claro, en seguida te traigo un pijama—Dije sonriendo.

Saqué el pijama más limpio que tenía, un pantalón de cuadros negros con azul, junto con una camisa negra.

—Creo que te quedará muy grande pero estoy seguro de que te sentirás cómoda—Dije extendiendo mis manos.

Cass sonrió ampliamente.

—Fred tenía uno igual...yo...—Dijo titubeando.

—¿Se lo regalaste no?—Pregunte.

—Cuando cumplió 18 años—Respondió Cass.

—Lo se, se paseaba todo el día con su pijama nuevo, y decía que ahora él era más guapo que yo. Pero después llegó con el mismo pijama...—Dije mirándola.

Cass sonrió traviesa.

—¿Tu me lo regalaste, no es así?—Pregunte sorprendido.

—Digamos que fue idea de Fred y que no le gustaba tener cosas diferentes—Respondió Cass sonriendo.

—¿Y eso por qué?—Pregunte confundido.

—Fred odiaba que te compararas con el, ¿no te lo dijo?—Pregunto Cass encogiéndose de hombros.

—¿Lo odiaba?—Me atreví a preguntar.

—Odiaba que te compararas siempre con el, no lo encontraba justo, aún tomando en cuenta que eran gemelos—Respondió Cass mirándome.

La quedé mirando unos segundos hasta que ella se fue caminando hasta mi habitación.

—Me cambiaré por si no te molesta—Dijo Cass sonriendo.

—No...no me molesta—Dije sonriendo.

Seguí observando como la chica caminaba y desaparecía cerrando la puerta de mi habitación.

Tengo una chica en mi habitación.

Los dos estamos solos.

Y lo que menos quiero es tener algo de ese tipo con ella.

En realidad, me gustaría dormir con ella pero que me abrazara.

En las dos sesiones que llevamos, cuando me contiene y yo solo hablo sin parar, ella me abraza.

Y de una forma u otra sus abrazos me calman, me hacen sentir seguro.

Y no me sentía así desde que Fred murió.

—¿Seguro que quieres dormir en la habitación de Fred?, como tu psicóloga no te lo recomiendo—Dijo Cass sacándome de mis pensamientos.

La observé con mi pijama puesto y casi me desmayé, luce hermosa y totalmente adorable.

No veía a una chica de esa manera desde que terminé con Kate Yaylex, una chica de Gryffindor la cual me fue infiel.

Después llegó la Guerra y no había tiempo para amoríos.

Pasó lo de Fred y las mujeres pasaron a otro plano de mi vida.

Hasta que esta chica llegó a mi vida para sacudirla.

—Pues yo...me imagino que a ti te duele tanto como a mi...Además de que puedo dormir en el sillón—Dije apuntando el sillón.

—¿El sillón donde lloras y te emborrachas?—Pregunto Cass cruzándose de brazos.

—¿Como sabes que me emborracho en el sillón?—Pregunte cruzándome de brazos.

—Por favor; te recuerdo que soy psicóloga y no estudie tanto por nada—Respondió Cass sonriéndome.

—Duerme en mi habitación, a mi no me molesta—Dije.

—Está bien, pero si mañana despiertas adolorido la sesión del miércoles será peor de lo que crees—Dijo Cass.

—Ya me imagino lo horrible que será el domingo—Dije.

—Oye es el cumpleaños de tu hermano—Dijo Cass.

—Si pero no entro a mi casa desde meses atrás—Dije.

Cass acarició mi hombro.

—Se que es difícil, todos ven a...todos en tu familia ven a Fred y te ven a ti, se que es difícil, te prometo que si. Pero tu familia también te extraña, tu eras el gracioso con Fred, imagínate, perdieron a los dos al mismo tiempo porque tú perdiste a Fred...pero el, el está aquí—Dijo Cass tocando mi pecho, justo donde estaba mi corazón.

Un par de lágrimas cayeron de mi mejilla.

—Un abrazo de mamá siempre es una buena cura, una que ni siquiera las terapias pueden lograr—Dijo Cass sonriendo.

—Gracias...trataré de pasarlo bien—Dije sonriéndole.

Cass me dio una última sonrisa mientras caminaba hasta mi habitación.

Apenas cerró la puerta, sentí que solté todo el aire que estaba reteniendo sin siquiera darme cuenta.

El corazón me latía con fuerza, casi como si se fuera a salir de mi pecho.

Y su olor me tenía embriagado aun cuando ya no estaba a mi lado.

Sentía necesidad por ella, por su cercanía que parecía curar todo lo que estaba a mal en mi.

Carajo...¿qué me está pasando con ella?

Cass.

Observé el reloj a mi lado cuando desperté, las 09:30 de la mañana marcaban en el reloj, pero no podía seguir durmiendo a pesar de tener un sueño enorme.

El olor de George estaba impregnado en las sábanas y casi podía sentir su calor en el, su cama era totalmente cómoda para mi y enorme además.

Fred se reiría de mí en estos momentos.

Casi puedo escucharlo, diciendo "te lo dije".

Me di un par de vueltas más en la cama, entre sus sábanas, pero no podía conciliar el sueño.

El pelirrojo del que estuve enamorada por años estaba al otro lado de la puerta y yo estaba durmiendo en su cama.

Me levanté con cuidado al darme cuenta que no podía seguir durmiendo y abrí la puerta, para verlo durmiendo en el suelo, con una de sus piernas arriba del sillón.

Solté una risa pequeña, con ayuda de mi varita lo levanté y lo dejé en su habitación, donde debía estar.

Lo arrope con cuidado en su cama, y un impulso me obligo a quedarme.

A quedarme y ver sus pecas que decoran su nariz y sus mejillas, ya no tenía ese aliento a alcohol que tenía la primera vez que lo vi.

Su cabello estaba largo pero totalmente despeinado, y de una manera increíble, seguía teniendo ese olor a fuegos artificiales, el mismo olor que tenía Fred.

Sus pestañas también son pelirrojas y son tan largas que incluso me daría envidia...pero solo me hace querer verlo más.

Analizar cada detalle de el.

Mi mano trato de acariciarlo, pero me arrepentí, hasta que sentí como tomaba mi mano.

¡Carajo se despertó!

Kiss me Kiss me [George Weasley]Where stories live. Discover now