𝐏𝐒𝐈𝐐𝐔𝐈Á𝐓𝐑𝐈𝐂𝐎 [𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟] [✔︎]

DIECISÉIS

_Aidan_

-¿Dónde está Jack? - pregunté mordiendo ligeramente mis uñas.

-Está enfermo, ahora deja que te coloquen la maldita inyección - habló un enfermero con una sonrisa sarcástica.

-No dejaré que me coloquen eso - mencioné apretando la mandíbula.

-Lastima - él hace un chasquido con los dedos y dos encargados robustos tomaron mis brazos.

-Dije que te hiba a matar ¿verdad amigo? - le pregunté a uno de ellos, no se su nombre pero su aspecto no se me olvida.

-Tu no puedes hacerme nada - dijo modo retador tratando de sonar superior.

-Todo tiene su tiempo - susurre soltando un suspiro.

El líquido de la gringa recorría por mi brazo dejando un pequeño dolor infernal.

-¿Por qué cambiaron el tamaño de la aguja? - pregunté un poco más tranquilo.

-La doctora Smith lo ordenó así - esa perra.!

-¿Y las pastillas?

-Se acabaron las pastillas para tí Gallagher - no, no, no quiero soportar tres inyecciones al día.

¿Son demasiado?, si pero estos líquidos no son tan letales, solo ayudan a controlar mi enojo.

-Debes ir con la psiquiatra.

No estoy seguro de donde sacaron las espesas pero ya estaba en camino a verla, veré a _____ después de dos infiernos días.

-¿Tienes esposa Juan? - pregunté mostrando una sonrisa de lado.

No respondió, supongo porque ese no era su nombre.

-Yo aveces me imagino casado, con muchos hijos - solté una risita y una sonrisa tonta salió de mis labios.

-Lástima, te quedaras aquí para toda tu vida - dijo el enfermero que hiba delante mío.

Borre mi sonrisa, miré a un solo lugar y me quedé pensando un poco...

Al llegar fuera de la puerta donde se supone debe estar _____ adentro con una libreta.

-Entra - me empuja haciendo que mi cuerpo entre en la habitación fría y un tanto oscura.

-Libérame - mencioné con un tono serio.

Ella no dijo nada, caminó hacia mi dirección a pasos lentos. Al tenerla cerca de mí solo me di la vuelta para que me libere de esta mierda.

-¿Has disfrutado golpearme? - pregunté acariciando mis muñecas.

-Lo lamento - habló nerviosa con la mirada baja.

-No tienes que lamentar nada, lo importante es que conseguiste la tarjeta a todos los accesos.

-¿Por qué necesitas tanto esa tarjeta? - pregunta mientras movía ligeramente sus piernas.