La niebla gris envolvió todo el planeta, todas las comunicaciones fueron destruidas y la mayoría de los humanos fueron infectados por virus desconocidos y se convirtieron en zombis que se alimentan de carne y hueso, pero esto es solo el comienzo.
Lo...
Al cuarto día, el virus zombi apareció uno tras otro en la ciudad . Ese día hubo 594 casos sospechosos y finalmente se diagnosticaron 467, ese día lo tomaron mas que nada para la mudanza, por lo que llevo algo de tiempo el empaquetar todo, a pesar de que contaban con un gran grupo de sirvientes, pero ante todo pronostico lograron trasportar todo al que seria ahora su nuevo hogar.
Ese día les dieron el día a libre a todos sus trabajadores, además de que les regalaron a todos una despensa que duraría alrededor de un mes y a los que tenían mayor tiempo con ello les regalaron sus automóviles, los que quisieron dejaron que se quedaran en su mansión y que trajeran consigo a sus familiares advirtiéndoles de la posible zombificacion, era lo mínimo que podían hacer, ese era el ultimo día que dormirían en la mansión.
En la madrugada del quinto día, el Ministerio de Salud anunció oficialmente a todos los ciudadanos que el nuevo virus de influenza, es altamente contagioso, pero no se puede confirmar la ruta de transmisión temporal. El Ministerio de Salud insta a todos los ciudadanos a minimizar Salga, y evite ir a lugares públicos concurridos después de salir, era mejor usar mascarillas y guantes desechables.
Al ver estas noticias, Stella se puso nerviosa, una cosa era leer sobre los apocalipsis a través de las hojas de un libro, pero teniendo la certeza de estar segura en la comodidad de tu casa y otra muy diferente era vivirlo en carne propia, por suerte el autor en entrevistas del libro había alegado que los hermanos Escorpios eran inmunes al virus, pero por si acaso se alisto con mascarillas y guantes que compro con su hermano días antes.
Stella, navegó por algunos foros y descubrió que muchas personas han cuestionado el llamado virus de la influenza y han especulado que el virus puede no ser lo que es, entre las masas sobresalieron los creyentes alegando que ese era el castigo de dios ante los pecados de la humanidad, otros tantos se remontaron nuevamente a la creencia del calendario maya, que alegaba el fin del mundo, mientras otros tantos buscaban posibles respuestas científicas, pero todos tenían algo en claro algo fuerte se avecinaba.
Stella no podía quedarse quieta después de ver estas publicaciones y comentarios, porque ya podía imaginar el frenesí en el supermercado un día después, así que hoy debería ser su última oportunidad de compra, incluso si ya ha acumulado muchos materiales, todavía se sentía inquieta, por lo que acompañada de su hermano, salió de la casa sin dudarlo y fue al supermercado nuevamente, queriendo agregar algunos suministros de vida y suministros esenciales tanto como fuera posible.
Después de salir, Apolo comento la falta de peatones en la calle, y como la mayoría de la gente usaba máscaras y guantes. Sin embargo, Stella sabía que el virus ya había estado al acecho en el cuerpo de la mayoría de las personas, pero debido a razones físicas, muchas personas no pueden convertirse en un huésped eficaz del virus y no producirá ningún síntoma evidente. Sólo un pequeño número de personas son aptas para ser vectores del virus, y los síntomas aparecerán uno tras otro después de ser infectados con el virus.
los hermanos Escorpios llegaron al supermercado y descubrieron que había muchas veces más clientes de lo habitual. Había una sensación de buen fin, pero contrario al buen fin, el supermercado no tenía la montaña de productos promocionales que se amontonaban durante el aniversario, si no el miedo de varias familias.
Los hermanos Escorpios querían comprar principalmente semillas, herramientas de jardinería y fertilizante, ya que querían tener por lo menos un huerto en su casa y luego algunas necesidades diarias que se usan comúnmente en la vida. Aunque la comida y las purificadoras de agua son las más importantes en los últimos tiempos, Stella había acumulado grandes montañas del mismo, y a pesar de estar en un apocalipsis no podía ser avara.
"Lo siento por este cliente, los productos que busca están agotados".- hablo una mujer mientras Stella pasaba por el área de semillas, escuchando a una mujer de mediana edad que era una guía de compras que se disculpaba con un cliente. Después de escuchar esto, Stella comenzó a agradecerle en su corazón que había almacenado comida por adelantado.
Cuando muchas personas se reunieron en el área de enlatados, Stella había ganado con éxito 100 cajas de agua pura. En cuanto a las verduras y frutas frescas, al igual que la carne, había logrado llenar por completo su espacio, pero aun podía hacer conservas en su casa, por lo que Stelle decido comprar un poco de todo. Luego, en la conmoción de la guía de compras, su hermano aprovecho para tomar todos los productos secos existentes, dejándolos en el carrito.
"princesa creo que también debemos llevar un poco mas de comida"- hablo su hermano para comenzar a echar bolsas de fritos y galletas al carrito, haciendo que Stella solo rodara los ojos, sabia que este solo estaba diciendo eso por su glotonería mas que nada, pero lo dejo hacerlo.
"vaya apolo, no pensé que te encontraría haciendo la compra en un supermercado"- hablo la voz de un hombre haciendo que los hermanos escorpios miraran tras de ellos encontrándose con un hombre de cabellos rubios, de ojos azules, quien vestía de manera elegante, y que al igual que ellos cargaba un carrito de compra con varias botellas de agua y enlatados.
"hola soy Stella, la hermana de Apolo, ¿Quién eres tu?".- hablo Stella mirando al hombre con desconfianza, haciendo que este la mirara para reír abiertamente.
"vaya así que tu eres la hermanita que celosamente Apolo protege, un gusto soy Klaus, Klaus Archer soy amigo de tu hermano"- hablo este haciendo una coqueta reverencia, como si Stella fuera una princesa, haciendo que bajara un poco su desconfianza, reconociendo a este personaje, si no se equivocaba era uno de los seguidores de la protagonista, aunque también fue uno de los pocos que no se encontraban por completo cegados por la misma, pero lamentablemente este murió al proteger a su hermano de una avalancha dándole la oportunidad de escapar.
"bien, ya que eres el amigo de mi hermano te daré un consejo, junta lo mas posible de materiales para sobrevivir, puede que me creas o no pero dentro de dos días comenzara un apocalipsis zombi, nos mudaremos aun bunker tu decides si nos acompañas o no"- hablo, tomando del brazo a su hermano caminando hasta donde se encontraban los condimentos, ya que aunque fuera el fin del mundo eso no significaba que no disfrutara la comida.
Después de terminar de agregar todas las compras necesarias, el supermercado ya estaba abarrotado, y el señor a cargo de la caja registradora estaba ocupado sudando, y las personas que hacían cola para pagar eran como una larga cola.
Como clientes importantes, no tuvieron que hacer largas colas por lo que salieron rápidamente del supermercado cuando el sereno de la noche empezaba a caer, sorprendentemente afuera se encontraba Klaus esperándolos.
"sabes pequeña en verdad debes esperar a que termine de hablar y no solo irte sin mas"- hablo Klaus riendo levemente al mismo tiempo que su hermano se posiciono frente a Stella.
"que se supone que haces aquí"- hablo su hermano con claro nota de celos.
"tranquilo pequeño apolo, que no se te olvide que tu hermanita me invito, sigue en pie la invitación verdad"- hablo mirando a Stella quien solo asintió, en respuesta aunque su hermano quería negarse, nunca había podido decirle no a su hermanita.
"bien pero te quiero a cinco metros lejos de nosotros"- hablo para sin mas subir la compras al Hummer, para comenzar a manejar hacia el departamento de Klaus.
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