Capítulo 49

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— Mirad quien viene por allí.— exclama Claudia sentada junto a sus tres amigas bailarinas al ver una melena rubia caminando hacia ellas.

—Rápido chicas. — dice Saydi para luego calentar la voz — Tres, dos,  uno. — cuenta cuando la rubia está ya a un metros de ellas— ¡Yo ya no quiero na! ¡yo ya no quiero na! — cantan las lolas, bueno no se sabe si a eso se le puede llamar canto, haciendo que Mimi suelte la risa floja al tener la atención de todo el restaurante en ellas.

— Por la noche no todo es real, ten cuidado con la oscuridad.— canta Saydi.

—AAAUU. — corean el resto de las lolas provocando la risa de todas.

—Sí llego a saber que me reciben así no vengo, que vergüenza.— dice la andaluza para luego saludar a sus amigas con un beso en la mejilla 

—Pero qué dices, si tú no conoces la vergüenza. — ríe Dama.

— ¿Hace mucho que habéis llegao?— pregunta Mimi una vez se sienta en una de las sillas libres junto a Dama.

— Na, cinco minutos o así — contesta Mónica quien es la que mejor lleva la resaca, de hecho sus amigas fueron a dormir a su piso, ya que no estaban en buenas condiciones para volver a los suyos solas.

—Aquí os dejo la carta.— dice el camarero, un chico rubio, bastante alto y con tupé, vestido con una camisa blanca y unos pantalones apretados negros.

Su llegada cambió el rumbo de la conversación  ya que empezaron a debatir que van a querer pedir para comer.

— ¿Y Miriam? —  le pregunta Dama a Mimi levantando su cabeza de la carta.

— Estará de camino, tenía reunión con universal esta mañana.— responde la andaluza haciendo una mueca al ver su móvil y ver como la gallega está llegando tarde y no le ha mandado ni un mensaje.

—¿Y qué tal todo con ella?— ahora es Saydi la que le pregunta a la granadina.

—Bien, bien. 

—Pero, ¿volvisteis? ¿sois novias? — repregunta con interés la de rulos.

—Perdón, perdón — habla sofocada la persona que acaba de llegar junto al grupo de bailarinas, pide perdón con las manos, haciendo que la respuesta de Mimi quede en el aire y sus ojos pasen de su amiga a la gallega — Me entretuvieron más tiempo de lo que pensaba. Lo siento, en serio. — se justifica para luego saludar con dos besos a cada una.

—No pasa nada mujer, solo veinte  minutos tarde. — ríe Dama antes de darle los dos besos.

—jobá, lo siento, en serio.

—Deja de pedir perdón y siéntate. Aquí tienes la carta, nosotras ya elegimos. — le indica Dama.

—Vale, gracias.  ¿De qué habláis?— Miriam le hace caso y toma asiento junto a la última persona que le queda por saludar: Mimi, la cual la mira sonriente esperando ansiosa su saludo, la cual recibe el mismo que el resto de sus amigas siéndole imposible  no trasmitir decepción  su cara de manera infantil, provocando una gran carcajada por parte de Miriam, haciendo que deje un beso en su mejilla mientras ríe. 

Y ahí, con la risa de Miriam  chocando contra su mejilla se sintió completa.  ¿Qué más podía pedir? si se encuentra rodeada de sus amigas y la persona que ama mientras a su canción le está yendo mejor de lo que nunca se hubiera imaginado.

— De ti, le preguntaba a Mimi si habéis vuelto. — contesta Dama a la pregunta de la gallega una vez esta deja de reír y recupera su postura en el asiento. 

— Sí, hemos vuelto. — asiente la cantante tomando la mano de Mimi por debajo de la mesa, colocándola sobre su rodilla.

— Eso sí, como le vuelvas a hacer daño — dice con cierto cachondeo la bailarina haciendo el gesto  de cortarle el cuello, aunque algo de  verdad tiene.

Tu Música Nos SalvóWhere stories live. Discover now