Capitulo 5

9 0 0
                                    

Shawn

Dicen que hace falta entre seis meses a dos años para sanar completamente de una relación, de un amor, olvidar a esa persona.  Me convencí que un mes volvería con ella, que se daría cuenta y la tendría de nuevo en mis brazos. A los tres meses me convencí que el que nadie supiera de su vida era porque aún se estaba haciendo los cambios, que me llamaría en cuanto estuviera más relajada. A los cuatro meses recibí una caja con todas mis pertenencias, todos los regalos que le había dado, nuestras fotos. No había ninguna nota, no hacía falta, la caja lo decía todo. Solo recuerdo que cerré la caja, la subí al altillo y me bastó un día para olvidarme de ella, y aprendí a vivir sin ella en cuatro años y ocho meses.  El tacto de las lágrimas deslizándose por mis mejillas, la vista borrosa por el enrojecimiento de mis ojos, y el sabor amargo del alcohol quemándome por dentro, solo me permití ese día para llorarla. Llorar lo que un día fue, por sus sueños, por los míos, por los nuestros. Por lo que pudimos ser y no fuimos.
Y solo había bastado un día para que me diera cuenta que da igual el tiempo que pase, joder claro que da igual, todo da igual si la veo, me basta con eso. Me basta con que sonría aunque sea un poco, con ver que sigue mordiéndose el labio todo el rato, da igual el porque. Pero me rompe el  corazón ver que la chica que quise ya no existe, solo queda un espejismo de lo que fue, apagado y sin luz, y me rompe en dos. Ver a una persona que te importa tan consumida, no se puede explicar con palabras. La chica que se fue con diecisiete años, no es la misma que está de veinte y dos, no es la misma mirada.

Hoy no trabajo por la noche, lo que es un gran alivio teniendo en cuanta que curro casi todas las horas posibles que puedo, todos los días de la semana, el dinero no cae del cielo, y debo mantener a mi familia. Hace cinco años que mi vida se fue a la mierda, literalmente, fue desgracia tras desgracia. Seis meses después que se fuera Alicia, mi madre enfermo , los ahorros no bastaron para salvarle la vida. Mi padre está enfermo, cáncer, parece que está enfermedad está dispuesta a llevarse a toda mi familia. Por lo que no puede trabajar, esta en cama, ayuda en lo que puede en la casa. Y quedamos mi hermana pequeña y yo, mi hermana de trece años, no necesita este tipo de cargas. Así que solo quedo yo para mantener a flote mi pequeña familia.

-Shawnieeee!!- Levantó los brazos justo a tiempo para levantar a la pequeña de la casa, Sarah, su pelo castaño lleno de preciosos rizos me hace cosquillas al levantarla.

-Hola enana, espero ya hayas hecho los deberes-

-Si señor... Aunque papá me ayudó un poco con las matemáticas, ya sabes que se me dan fatal! Es que son un horror! Quien diablos decidió que inventar ecuaciones y lunas curvas o como se diga era buena idea eh!- No puedo evitar reírme, pero cuando veo como se frunce su pequeño ceño prefiero no arriesgarme a enfrentarme a su ira.

-Véte a dormir, me encargo yo de lo que quede por hacer por aquí...- Espero que no quede mucho, se que mi padre ya habrá cenado con Sarah y han recogido todo.

-¿Me tocarás hoy una canción?-

-Puede que mañana...-

-Lleva siendo mañana mucho tiempo Shawn- Suspiro y me paso las manos el pelo despeinándome mas.

-Ya bueno... aún no estoy listo-

-Me gustaba como cantabas- Veo como hermana pequeña se aleja por el pasillo con su pijama de unicornios y sonrio, la quiero mucho, aunque a veces para su edad pienso que siente más de lo que dice. Voy hasta mi habitación, me desvisto, y me doy una ducha rápida y me pongo el pijama. Recojo un poco todo lo que deje tirado durante el día y me dirijo a la habitación de mi padre. Llamo.

-¿Se puede?- Asomo mi cabeza como un niño pequeño, sabiendo que aún está despierto. Me encuentro con una sonrisa algo débil y cansada.

-Siempre podrás...- Me siento a su lado notando como su calor me abraza. Su sonrisa se ensancha un poco.

-¿Como te encuentras?- Oigo a mi padre suspirar.

-Igual que ayer, por ahora mi respuesta no cambia-

-Solo preguntaba...-

-Shawn...-

-No, aún no.... No quiero oírlo todavía, quizá mañana, simplemente no lo sé -

-Esta bien, pero en algún momento tendremos que hablar y lo sabes....  Cambiando de tema...- Oh no, sea lo que sea que me va a decir me ha puesto una cara demasiado... no se como describirla- Sarah me ha contado que ha vuelto Alicia, ya sabes que este pueblo es pequeño, no iba a tardar en enterarme- Aparto la mirada incomodo mordiéndome el labio.

-No se que decirte... Me gustaría decirte que he hablado com ella y que hemos vuelto a compartir unas risas con una cerveza pero no ha sido así... No es ella, y no sé si puedo con esta nueva versión-

-No puedes cambiar a las personas, lo único que puedes hacer es amarlas o aceptarlas como son-

-Ya, per es que ella no es así... No se papa, me había hecho a la idea de no volver a verla, y de todas las maneras que imagine verla, ninguna era así... Joder nos imaginaba esa misma noche...-

-¿En una cama dándome un nieto? Porque me parece una idea fantástica- Mire a mi padre que se empezó a reír a grandes carcajadas, no pude evitar sentir una agradable calidez en mi pecho u sonreír mirándole.

-Papa! Por favor! No! Lo último que quiero con Alicia es... no, quizá hace unos años si, joder si... incluso hubiera hecho que nuestra primera vez fuera especial.... pero ya no, todo ha terminado...-

-Ya... Y tú ya no eres virgen...- La mirada de mi padre lucia sombría, o más bien decepcionada.

-Papá...-

-Es tu vida, puedes llevar tu vida sexual como te dé la gana Shawn, no soy nadie para juzgar, pero no me traigas una chica cada finde, no se como tú hermana aún no se ha topado con alguna... Es mi casa, solo pido un poco de respeto a los que vivimos en ella y los que tenemos que soportar los gemidos-

-Como tu has dicho es mi vida, no la tuya- Dije bruscamente, aunque me calle por completo al ver como me miraba, me sentía como un niño pequeño que fuera a ser regañado -Perdón-

-¿Sigues enamorado de ella?-

-Cada puto día de mi vida-

-Y... ¿La sigues queriendo?-

-No... No a esta chica- Noto como los delgados brazos de mi padre me abrazan, y me dejo proteger por el. Es increíble como nos mentalizamos que en los brazos de nuestros padres no nos puede pasar nada, pero mientras el siga aquí, será mi refugio. Y mientras pueda, acudiré siempre a él.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 25, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

INEFABLEWhere stories live. Discover now