Last Christmas, New Christmas.

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¡Hoy es Navidad! ¡Estoy muy emocionada porque es mi última Navidad en casa! El año que viene estaré en Inglaterra, ¡Ahora soy toda una universitaria! Ah, ¡En serio estoy emocionada! ¡Ah! Pero eso no es todo, mañana tendré mi primera cita, no puedo creer que sea con el chico que me gusta. Estoy preparando todo para que salga bien, debe salir bien...

—Oi, Yuna. Oi, Yuna.

Ante el silencio que recibió como respuesta, Kamui tiró con un dedo el cable de los audífonos que colgaban alrededor del chico de cabello oscuro y ojos púrpura. Tan pronto como la voz de la chica jocosa que hablaba disminuyó volumen, volvió su mirada a su compañero de habitación con una sonrisa chueca.

—¿Puedo ayudarte? —preguntó sarcástico el joven, tocando de mala gana una tecla en la computadora.

—Hombre, ¿Qué tienes allí? No lo has soltado desde que llegamos y lo encontraste. Sé que eres un amante de las reliquias, pero, ¿De verdad es tan bueno lo que...?

—No es nada de tu incumbencia, querido amigo.

—Hombre...

—Bueno, ya. Son cintas. Me distraje escuchandolas. ¿Feliz? —Kamui alzó una ceja, Yuna palideció. Lo conocía lo suficiente para saber que esa curiosidad tenía motivos ocultos—. Estoy irrumpiendo la privacidad de una persona, ¿Bien? Ya estarás feliz.

—¿Acaso son cintas porno? A ver, déjame escuchar...

—¡Hombre! No, no es eso —respondió molesto el chico, enderezándose para sentarse en la cama y poder compartirle un audífono a su compañero—. Es una tontería —añadió tan pronto dio play y los oídos de ambos fueron bendecidos con una risa dulce, seguido del monólogo ameno de la dueña de las cintas. Kamui Shirou alzó una ceja, sonriendo divertido ante el descubrimiento.

—¿Quién es?

—Pff, como si supiera. Estaba en la habitación cuando llegamos. Alguien del ciclo anterior quizás lo olvidó.

—¿Crees que sea una estudiante de acá? Me gustaría conocerla y...

—Viejo, dudo que alguien de esta era use cintas para grabarse cuando hay TikTok e Instagram. Las cintas están por suerte en buen estado, pero tienen un buen par de años.

—Bueno, si no hay esperanza de encontrar a la chica bonita de la cinta, ¿Qué haces escuchándola? Mejor déjalo un rato y apresúrate, Syao seguramente nos está esperando para ir a la ciudad. En la fiesta de hoy seguramente conoceremos a muchas chicas lindas que nos darán sus números y pasaremos una linda y blanca navidad... si sabes a lo que me refiero.

—Yo paso. Juro que si voy a otra fiesta navideña y escucho a Mariah Carey, voy a vomitar. No es nada contra ella, pero, estoy aburrido de escuchar la misma canción todos los años.

Kamui suspiro frustrado, yéndose al otro lado de la habitación. Un par de segundos después, Yuna D. Kaito fue atacado por una lluvia de ropa en su dirección.

—Vendrás. Porque si Syao y yo terminamos borrachos no podremos manejar de regreso al campus. Los buenos amigos no dejan que sus amigos tomados manejen en ese estado —Yuna suspiró, viendo con cara de pocos amigos a su compañero que salía corriendo con una sonrisa victoriosa y una toalla a la puerta—. Salimos en 20 minutos.

Aún con cara de pocos amigos y resignación, el joven volvió su mirada a la computadora, tecleando tan rápido como pudo y guardando los archivos de audio en su teléfono. Se buscaría una excusa cualquiera para salir del bullicio e irse a escuchar el resto de cintas.

Yuna D. Kaito era un curioso innato, no sólo en las ciencias, también en la vida. Durante sus 20 años existiendo en este mundo había resuelto problemas de toda índole gracias a su curiosidad e ingenio, desde el divorcio conflictivo de los padres de su mejor amigo hasta la crisis existencial de los cuarenta de su profesor de literatura en la escuela. Cada descubrimiento que caía en sus manos terminaba volviéndose un asunto de importancia crítica que debía ser resuelto si la necesidad lo dictaba. Sino, iba directo a uno de sus muchos cuadernos de investigación que llenaba con todos los datos de aquellos hallazgos, pequeños o grandes, de seres vivos o inertes, de libros, revistas o bichos en el jardín trasero.

Las doce campanadas fickers.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin